sábado, 26 de marzo de 2022

Qué nos hace "humanos"?...

Hay muchas películas sobre la presencia de robots con inteligencia artificial que terminan conquistando a la humanidad. Hoy en día se avanza mucho más en este campo de la tecnología, máquinas que procesan datos y la información que reciben de su entorno cada vez mejor y es cuestión de tiempo para que hayan "robots" en cada vez más hogares.

Aunque muchas de las más famosas películas exponen futuros apocalípticos y la conquista irremediable de los humanos por las máquinas, hay una que me encanta por su planteamiento más bien esperanzador y humanista. Me refiero a la película de 1999 "El hombre bicentenario", protagonizada por el ya fallecido Robin Williams.

La película es basada en el libro "The Bicentennial Man", de uno de mis escritores favoritos, Isaac Asimov, que también escribió por ejemplo "Yo, Robot", también con una visión "esperanzadora" del avance de la tecnología y la inteligencia artificial.

En la historia, la humanidad ha llegado a un avance tal que en los hogares ya puede existir un robot capaz de realizar las tareas de atención, mantenimiento y limpieza. Así, una familia obtiene uno de estos robots. Por ser elaborado de piezas mecánicas, de cada vez mejor calidad, es una máquina que "no muere", más bien es continuamente "actualizado" logrando existir muchos años, más de 200.

Por esto, mientras la familia de sus dueños va creciendo, envejeciendo y muriendo, este robot se mantiene activo por varias generaciones, logrando mantenerse en contacto con la descendencia de la familia que lo "compró". Durante su "existencia", su software va desarrollándose de tal manera que comienza a entenderse a sí mismo como "un ser", no como "una cosa", y en su interacción con su dueño original, y luego con la descendencia de su familia dueña, va construyendo una identidad más propia de un ser vivo que de una máquina.

Al pasar los dos siglos, este robot solicita ser reconocido como "un ser", y el asunto llega a la máxima institución que gobierna esa sociedad. Este robot había llegado a reformarse con el objetivo de llegar a morir, y así fallecer junto a la mujer que llegó a amar y que llegó a amarlo. Su deseo era manifestar incluso esa condición humana: poder morir.

La historia hace reflexionar de manera extraordinaria sobre qué es lo que nos hace humanos, qué característica nos hace ser individuos, ser reconocidos como personas con todos los derechos y obligaciones que eso involucra... un ser vivo y "pensante".

El hecho de ser un organismo biológicamente "vivo", no es suficiente para ser llamados "humanos". Pensar, tener conciencia... Hoy en día hay máquinas que procesan información con la capacidad de ir construyendo juicios de valor sobre lo más conveniente a responder y cómo proceder, incluso cómo proteger y garantizar el bienestar de los humanos. Por otro lado, vemos individuos capaces de realizar acciones salvajes que podemos identificar como "inhumanas", por carecer de toda muestra de aceptación de sus congéneres y por diferencias de género, culturales, religiosas, ideológicas o políticas, destruyen, eliminan seres humanos con tal grado de maldad que sus acciones las calificamos de "animales", por parecer carentes del raciocinio de un ser humano.

"El hombre bicentenario" fue "construido" para ser servil, fiel, cuidar y proteger a su familia "dueña". Los humanos tenemos el potencial para forjar individuos capaces de actuar con la profunda conciencia de producir bienestar a su entorno, lo que la filosofía budista de la Soka Gakkai denomina como crear valor. Todo el que desee manifestar su más esencial característica humana, debe profundizar en este aspecto. Sólo cuando podemos transmitir esta premisa humana, podemos ser reconocidos como un ser humano pleno.

Todos nos desarrollamos en entornos distintos, nuestros padres fueron distintos, nuestros maestros, amigos de infancia, amigos en la adolescencia, en la adultez. Todos los individuos que integran nuestro círculo vital contribuyen a formar nuestras ideas y valores. Leemos, vemos, escuchamos, hoy tenemos redes sociales, y todo eso influye en la construcción de nuestros valores y forman nuestros criterios. Cuando contamos con una base sólida de una filosofía de vida que nos inspira a expandir nuestro potencial humanista, no importa lo que recibimos del entorno, somos capaces de procesar, filtrar y grabar en nuestra vida todo lo que genere crecimiento y desarrollo de nuestro humanismo. Por eso es tan importante la elección de la filosofía de vida más apropiada, de la religión más acertada para la manifestación de nuestro máximo potencial humano.

Inclusive si hemos vivido grandes desgracias, situaciones de mucha violencia y abuso, conflictos familiares o sociales, somos capaces de trascender cualquier trauma y no vivir estancados en el resentimiento, odio o deseo de venganza, y más bien vivir con esperanza, determinación y la reflexión necesaria para transformar la raíz de todo sufrimiento que nos haya tocado vivir, para por el contrario manifestar la plenitud propia de la condición máxima inherente a nuestra vida, la Budeidad que se manifiesta con la entonación de cada Nam Miojo Rengue Kio.

Manifestar el humanismo no sale siempre natural, hay que hacer un esfuerzo para manifestar nuestra parte humana. Vivir con la consciencia de ser humano requiere de mucha convicción y fortaleza, para eso realizamos daimoku, para mantener siempre activa nuestra determinación a actuar con el humanismo que requiere nuestra vida cotidiana. A veces nos saldrá "más natural" el deseo de atacar, destruir y causar daño a otro ser humano. Con "justificación" o no. Más allá de lo único de cada situación, nuestra determinación debe basarse en el firme compromiso de generar humanismo, actuar con la convicción de que la Ley de Causa y Efecto es imparcial y irrestricta en su manifestación, por lo que el resultado de toda acción traerá las consecuencias justas y apropiadas para todo.

Lo que nos hace más humanos es nuestra capacidad de pensar y actuar por y para el bienestar común. El egoísmo, innato y parte de cada uno de nosotros, existe para ser vencido por nuestra Budeidad, capaz de transmitir la grandeza de ser un individuo capaz de brindar aliento, esperanza, convicción y determinación con nuestras propia vida. Ser un humano auténtico requiere de convicción en la capacidad de transformar nuestro karma negativo, capaces de transformar el sufrimiento por felicidad verdadera, vencer nuestras tendencias al odio y la venganza por la confianza en la causalidad que implica la determinación de transformar el corazón de todos a nuestro alrededor.

Recuerdo la primera vez que leí de Daisaku Ikeda la frase gosho donde Nichiren dice que un ser humano requiere de un maestro, de lo contrario sus órganos sensoriales no serán más que los de un animal. Nichiren fue extraordinariamente estricto con esa frase. Al final, la vida demuestra que es así. Cuando somos formados y seguimos a un maestro que nos inspira a ser mejores seres humanos, nuestro cuerpo, nuestra energía vital, manifiestan todo su máximo potencial de Buda.

Vivamos con verdadero humanismo, eso nos hace eternos...

miércoles, 23 de marzo de 2022

Qué nos motiva a vivir...

En algún momento del siglo pasado vi una película sobre "El Conde de Montecristo", era la versión de 1975 con Richard Chanberlain como protagonista. Antes de final de siglo me interesé en la novela escrita por Alexander Dumas, escritos francés del siglo XIX. Luego, Daisaku Ikeda contó que para Josei Toda esa era una de sus novelas favoritas, así que me interesé mucho más y terminé siendo fan de Dumas. En este siglo se estrenó una nueva versión con Jim Caviezel que me gustó mucho más, la he visto un par de veces y espero poder verla nuevamente pronto.

El Conde de Montecristo relata la historia de Edmundo Dantés, quien muy joven es víctima de una confabulación de sus "amigos" que lo traicionan y hacen que sea apresado falsamente acusado de traidor. En esa época, las cárceles de Europa eran diseñadas para que quien entraba, no saliera vivo. Después de intentar escapar y hasta suicidarse sin éxito, otro prisionero le da nuevas esperanzas de vivir y le comparte los datos de un tesoro escondido en la Isla de Montecristo. Después de lograr escapar, consigue el tesoro y se convierte en "El Conde de Montecristo". 

Decide regresar a su pueblo con dos motivaciones principales, vengarse y recuperar a su amada. Esto último no es posible, pero su venganza se desarrolla por mucho tiempo y logra causar sufrimiento y desgracia en todos los que lo traicionaron. Llegado el momento reconoce que todo se le fue de las manos y muchos inocentes fueron alanzados por su odio vengativo. Además, jamás pudo volver a recuperar a su amada.

Recuerdo que el presidente Ikeda contaba que el señor Toda hablaba sobre el deseo de hacer justicia de Edmundo Dantés, y que él compartía la misma llama de darlo todo por la justicia, en el caso del señor Toda, en su corazón jamás se apagó la llama de comprobar a todo el Japón que su maestro, Tsunesaburo Makiguchi, fue un gran hombre que luchó por la paz y valores humanistas, lo que le produjo ser perseguido por el gobierno militarista del Japón terminando su vida en prisión. Para el señor Toda, parte integral de su existencia fue difundir ampliamente los pensamientos de su maestro Makiguchi, esa era su "venganza", su máximo ideal de justicia. Y lo logró. Hoy el pensamiento de Makiguchi es reconocido mundialmente gracias a la lucha el señor Toda y su discípulo, Daisaku Ikeda.

Todos debemos tener distintas motivaciones para actuar, para vivir. Todos debemos tener algo que nos apasione, que nos inspire a seguir desarrollando y expandiendo nuestras capacidades. Si no lo tenemos nuestra vida es oscura, apagada, lenta, monótona. 

Cuando lo que nos inspira es efímero, no dura mucho esa pasión. Cuando lo que nos inspira es la fiesta, la rumba, la diversión, el "desorden", por lo general esa pasión es satisfecha de manera momentánea, no dura mucho la satisfacción, por lo que siempre se busca más y más de "eso" que nos divierte y apasiona. Todo lo anterior no es "malo" ni mucho menos, todos necesitamos la distracción y liberar la tensión de distintas maneras. Lo importante es que la vida no se puede dedicar a eso, debe haber algo mucho más profundo, más altruista, más humano/humanista para que nuestra existencia se mantenga con la energía vital inagotable que proviene de actuar pensando en un gran ideal, en una gran meta que nos inspira a expandir la vida al máximo.

El arte, la ciencia, la profesión, estudiar, la familia, el deporte, y muchas otras tantas cosas, son fuente de pasión eterna, fuente de inspiración y deseo de profundizar cada vez más. Cuando elegimos una disciplina y logramos que sea esa que me motiva a ser cada vez mejor, la felicidad y la satisfacción son parte natural de nuestra cotidianidad. Caso contrario, cuando lo que hacemos en la vida no nos proporciona esa felicidad y satisfacción, lo que obtenemos es tristeza, frustración, apatía y cansancio.

Hoy en día no es sencillo lograr vivir con pasión por lo que hacemos, la cotidianidad se come toda la energía vital en lograr sobrevivir a todos los conflictos y dificultades que enfrentamos. Sin embargo el Budismo Nichiren de la Soka Gakkai proporciona la sabiduría y la energía vital para encontrar la razón más sublime para dedicar nuestro día a día, nuestra existencia, sin dejar de hacer lo que hacemos, sin dejar de ser individuos únicos y diferentes al resto.

En la vida cotidiana enfrentamos tanta injusticia que podemos naturalizarla, pero no debemos permitirnos tal cosa. No es justo que nuestra economía individual y familiar sea tan precaria producto de políticas económicas deshumanizadas. No es justo que niños sean desatendidos y descuidados por un sistema educativo en tan mala situación. No es justo que el sistema de salud pública esté tan mal administrado. No es justo que la vida sea tan poco valorada y que eso se refleje en todos los aspectos de la sociedad. No es justo, pero es lo que vivimos, y jamás podemos olvidar que todo, todo en el universo, es producto de la causa y el efecto.

La justicia que promueve el budismo es muy superior a la legislatura que rige cualquier sociedad. Luchar por la justicia a través de la práctica del Budismo Nichiren implica reconocer la gran transformación que se requiere en los individuos que integran una sociedad para promover un origen de acciones diferente al egoísmo y más fundamentado en el humanismo, amor compasivo y sabiduría propios de una condición máxima como la Budeidad.

Dedicar la vida a la justicia y al amor... así como Edmundo Dantés... a la justicia de la Causalidad mística que logra transformar la raíz del sufrimiento como resultado de un daimoku profundo y sincero que se inspira en la felicidad de todos a nuestro alrededor. Dedicar la vida a recibir la justa retribución de nuestra revolución humana, que resulta de la profunda transformación de nuestras tendencias más negativas venciendo el odio, la avaricia y la ignorancia. Dedicar la vida a desarrollar el amor compasivo que nos vincula a todos a nuestro alrededor, que nos inspira a compartir la Ley Mística con nuestros seres queridos para que logren su propia revolución humana y así transformar nuestros hogares convirtiéndolos en oasis de felicidad y forja de individuos realmente humanistas.

El resumen y traducción de lo anterior, en la Soka Gakkai, se le llama kosen-rufu... Y Makiguchi, Toda e Ikeda han demostrado que no existe una razón de vida más altruista, proactiva y excelsa, que actuar para el logro del kosen-rufu en nuestra comunidad, sociedad y nación.

Sigamos trabajando para mejorar nuestra situación ciudadana, laboral, educativa, profesional, familiar y de salud. Jamás nos rindamos y no perdamos la pasión por comprobar a todos a nuestro alrededor el resultado que produce en Nam Miojo Rengue Kio en nuestra vida. Vivamos con el profundo objetivo de lograr un entorno de justicia, respeto y bienestar en donde sea que estemos e interactuemos con otros. 

Seamos un Edmundo Dantés, un Josei Toda, un Daisaku Ikeda, con nuestra propia marca personal llenos de compromiso con la justicia mística de la causa y el efecto, con el amor compasivo que surge de la Budeidad. Vivamos motivados por el kosen-rufu.

lunes, 14 de marzo de 2022

Descubrir nuestra misión, única e irreemplazable... (Matrix)

Antes que comenzara este siglo (1999) surgió una trilogía dirigida por los hermanos Wachowski (hoy, hermanas Wachowski) quienes han tenido vínculos con la filosofía oriental, así que su trama está llena de posturas muy cercanas al budismo en general. Fueron tres películas de ciencia ficción que revolucionaron el género por abordar la "realidad" como una "simulación". Es decir, lo que viven los personajes es consecuencia de lo que un programa de computadoras muy avanzadas, hace que los seres humanos vivan creyendo que es su realidad, mientras lo que sucede es que los seres humanos "sueñan" que viven esta realidad mientras son mantenidos en incubadoras que los mantienen vivos sólo para surtir de energía eléctrica a estas súper computadores.

Hay una pequeña cantidad de seres humanos que fueron "liberados" de estas incubadoras y viven en el futuro apocalíptico que es "la realidad verdadera" de cómo está el mundo en estos siglos más adelante de nuestra época. Humanos y máquinas viven en constante confrontación porque los primeros desean sobrevivir al constante asedio de máquinas que evitan el crecimiento de estos humanos libres.

Al principio, el planeamiento de la película es sumamente atractivo desde la perspectiva de lo fácil que es vivir en una "ilusión", porque nuestra mente interpreta que lo que vive es real sólo por el funcionamiento de la química de nuestro cerebro. Por eso es tan común soñar y sentir que es muy real.

A veces esto es más sutil y somos víctimas de lo que nuestra mente "percibe" o "entiende", cosas que luego captamos como situaciones que "malinterpretamos", porque sucede algo que nos hace ver la realidad "tal cual es". Ya desde esta perspectiva, el budismo expone el principio de "purificar los sentidos" para poder captar todo a nuestro alrededor de la manera más clara y precisa, y así poder reaccionar con la medida justa actuando basados en la Causalidad de las cosas con madurez de pensamiento, y no con instintos primitivos o infantiles.

Justo el clímax de esta historia es cuando el protagonista descubre quién es, para qué existe y su infinito potencial de manipular esa realidad alterna que han usado las máquinas para dominarlo. Eso, filosóficamente hablando, es lo mismo que sucede cuando despertamos a nuestra misión de vida, a la razón de nuestra existencia como seres humanos.

Descubrir la razón de nuestra existencia es quizás la mayor tarea que nos encontramos a través de toda nuestra vida. Los sueños y deseos de niñez a veces son formados y desarrollados en la adolescencia y madurez; a veces no, esos primeros conceptos de "lo que queremos ser" cambian de rumbo rotundamente y las necesidades terminan moldeando una resolución distinta a nuestras aspiraciones.

Daisaku Ikeda establece que si nos planteamos la interrogante de "para qué vivimos", la respuesta inmediata debe ser: para ser felices. Y sí, nuestra misión de vida debe ser dedicarnos a ser felices. El concepto comienza a expandirse cuando el budismo expone cómo lograr esa felicidad verdadera, sustentable, sostenible, absoluta. El Nam Miojo Rengue Kio fue establecido por Nichiren para llegar a esta condición máxima llamada Budeidad.

Para el budismo, la felicidad depende de nuestra capacidad para reconocer varios factores que debemos aplicar en nuestra vida cotidiana:

  • El ser humano desarrolla su máxima identidad (como humano) cuando vincula su felicidad a su capacidad de brindar bienestar (crear valor) a su alrededor.
  • La realidad es la sucesión de eventos que son consecuencia de causas y efectos, por lo que mi realidad futura responde a causas del presente. Si quiero un futuro distinto al que vivo (efectos mejores), debo realizar causas diferentes en el presente (causas más positivas).
  • Todo lo que recibo de mi entorno (individuos y situaciones) lo procesaré de la manera correcta elevando mi condición de vida. Si actúo con avaricia, ira o estupidez, todo lo que percibo estará distorsionado; si actúo desde mi naturaleza de Buda, percibiré todo con la pureza necesaria para transformar mi karma.
  • Cuando actúo como un Bodisatva de la Tierra - atento de ofrecer aliento e inspiración a todo el necesite transformar su destino, transmitiendo la Ley Mística con mi propio ejemplo - extraigo mi máximo potencial y cumplo con mi rol esencial como ser humano.
  • Mi realidad, lo que vivo, lo que soy, es como se expresa mi karma. Transformar mi karma, vencer sobre mis limitaciones, cambiar mis realidades negativas y experimentar el beneficio del daimoku, la reflexión y la corrección de mis causas, es mi misión de vida. Como diría el "Arquitecto" de Matrix, "ergo", Karma es = Misión.
Lo anterior abarca lo que hemos decidido o "nos toca" ser hoy. Soy hijo, padre, esposo, hermano, jefe, cliente, proveedor, colega, ciudadano, venezolano, disfruto del deporte y de la música, practicante el Budismo Nichiren, miembro de la SGI de Venezuela, discípulo de Daisaku Ikeda y un sin fin de etc... Todo, sin excepción, es lo que soy, es mi karma.

Mi misión es transformar cada aspecto que no disfruto de mi realidad, vencer mis aspectos negativos que se expresan en cada faceta anterior, contribuir a la revolución humana de otros a mi alrededor, sembrar la semilla del Nam Miojo Rengue Kio en cada vez más vidas vinculadas a la mía, mostrar la validez de la Ley Mística con mi propia vida, con mi propia transformación. Cuando logro esto, cumplo con mi misión.

Y quizás lo más resaltante de nuestra misión, es que es única e irrepetible tal como cada uno de nosotros. En Matrix, Neo descubre su misión muy a su pesar e incredulidad, luego asume cumplirla. Pero a su alrededor hay otros que también deben cumplir su propio rol para lograr la supervivencia de la especie humana. Cada individuo debe asumir la responsabilidad de actuar y lograr lo que le corresponde en la historia. Sino, el resultado será la extinción.

En nuestra vida, al asumir nuestra misión iniciamos una honda expansiva que va inspirando a otros a realizar el mismo proceso, y cada quien mantiene su propia individualidad, su propia misión... que es cambiar su propio karma.

Termino recordando que el señor Toda, maestro de Ikeda, decía que la forma más rápida y directa de transformar el karma es propagando la Ley Mística del Nam Miojo Rengue Kio, es decir, actuar como un Bodisatva de la Tierra. La razón es clara, al propagar abrimos nuestra vida, vencemos el egoísmo y el miedo, actuamos con máximo amor compasivo, la sabiduría surge para decir las palabras apropiadas con el tono correcto en el momento preciso. Así, todo se resume a esto: mi misión (que es mi karma - que es sólo mío), la cumplo al actuar como Bodisatva de la Tierra.

Mi misión es sólo mía. Yo la cumplo, día a día cuando extraigo mi identidad primigenia de Buda, y reconozco mi vínculo irrompible con la felicidad de todos a mi alrededor.

viernes, 11 de marzo de 2022

Cuando uno no cambia... (Seinfeld)

Sienfled es una serie que duró 9 temporadas, desde finales de los 80' hasta mediados de los 90'. Llegó a ser la serie más vista en EE.UU. y en muchos países del mundo. Su último capítulo, creo, fue visto por más de 70 millones de personas, cosa que ninguna otra serie ha logrado todavía. Fui fiel seguidor de cada capítulo y después que la estrenaron en Netflix en octubre de 2021, volví a ver todas las temporadas, esta vez "en orden". Podría volver a verla infinitas veces, aunque es un humor no apto para todos, en mi caso, me atrapa.

En capítulos cortos (menos de media hora), cuenta la cotidianidad de Jerry Seinfled y sus tres amigos. Todos, en mayor o menor proporción, tiene mañas, costumbres, maneras, que los hacen particulares y compatibles con muy poca gente. Por otro lado, justamente esas características hacen que muchos nos sintamos identificados con la forma en la que responden e interactúan con sus asuntos cotidianos.

La personalidad es un asunto muy particular que de hecho es una de las formas en la que se expresa nuestra individualidad. Somos únicos, puede que nos parezcamos a alguien, pero jamás seremos iguales a otros por completo, ni los gemelos más idénticos se expresarán de la misma manera ante su entorno. Para el budismo esto es parte de cómo se manifiesta nuestro karma, es decir, por karma vamos experimentando la estructuración de nuestra personalidad y los rasgos que nos van definiendo como individuos. Nuestro karma se expresa incluso desde cómo está conformado nuestro ADN, así que por eso somos irrepetibles, por karma.

En la serie Sienfled, los cuatro personajes principales, Jerry, George, Elaine y Kramer, durante todas las temporadas experimentan situaciones que por lo general terminan resolviéndose de manera negativa para ellos. Es decir, experimentan la manifestación de su mal karma. No consiguen lo que quieren, los rechazan, si alcanzan algún logro no demoran en retroceder, en fin, la "mala suerte" los persigue. Como sabemos, en el budismo la Ley de la Causalidad es imparcial e inequívoca. De hecho, el final de la serie es más que "trágico" y consecuente a lo que ha sido todo el relato de sus vidas durante 9 años.

De manera específica, se podría resumir sus desaventuras como el resultado de su falta de compromiso a realizar cambios en sus conductas, en no corregir las tendencias de sus acciones, sino que realizan una y otra vez las mismas causas basadas en el egoísmo y la ignorancia del potencial de transformación que tiene todo ser humano. En el caso de nuestra filosofía religiosa del Budismo Nichiren, sería lo opuesto a hacer revolución humana.

Y creo que la serie representa el mejor ejemplo de quienes no realizan su revolución humana, se niegan a revisar la fuente de sus acciones, a evaluar por qué reciben como retribución tantas adversidades y no logran trascender el círculo vicioso del mal karma. Porque la revolución humana es justamente eso, tener la valentía para revisarse y la fortaleza para corregirse a sí mismo.

Somos únicos y nuestra personalidad será siempre la misma. Podemos cambiar conductas con mucha disciplina y mejorar nuestras maneras con aprendizaje y dedicación. Pero, nuestro karma seguirá siendo "el mismo" si no corregimos la fuente o raíz de nuestras acciones. Mientras el origen de nuestras palabras pensamientos y acciones sea el egoísmo, el miedo, la inseguridad, la arrogancia, la prepotencia, los efectos que acumulamos estarán lejos de causarnos bienestar. Si logramos evaluar nuestra situación y asumir la responsabilidad total de nuestro presente y futuro, transformamos el origen de nuestras acciones por la convicción, la determinación, la sabiduría, el amor compasivo, la esperanza y la fortaleza inagotable de nuestra energía vital que es expresión directa de nada más y nada menos que la Ley Mística del universo, Nam Miojo Rengue Kio.

Cuando hacemos daimoku el objetivo claro es corregir nuestras conductas negativas para lograr transformar la base de nuestro crecimiento. El daimoku proporciona la sabiduría para identificar nuestros puntos débiles, pero también la fortaleza necesaria para corregir lo necesario. Si he construido relaciones personales dañinas, corrijo mi actitud para mejorarlas. Si he dañado relaciones que fueron buenas, desarrollo la valentía para corregir lo que causó daño y brindar bienestar. Si todavía soy negligente, tiendo a procrastinar, me rindo fácilmente o por el contrario soy tan vehemente que puedo atropellar a otros en mi deseo de mejorar, el daimoku debe brindarme la capacidad para corregir esas expresiones de mi personalidad para expandir mi mejor y máximo potencial.

Cuando logramos todo lo anterior realizamos revolución humana, que se expresa en una transformación de nuestra vida que vivenciamos en todo nuestro entorno. Nuestro cambio es reconocible y apreciable por otros que logran ver la transformación para bien de nuestra personalidad. Lo que expone el Budismo Nichiren es que por esta razón es que aparecen los beneficios, la buena fortuna se expresa como consecuencia directa de nuestra revolución humana. Por eso la premisa del budismo es que toda transformación o logro de alguna meta propuesta, surge primero del cambio que se produce dentro de nosotros. Siempre de adentro hacia afuera.

Lo más destacable de todo esto es que seguimos siendo nosotros mismos, no nos convertimos en otra persona, no cambiamos nuestro ADN ni nuestra personalidad. Eso, científicamente, es imposible. Lo que sucede es que expresamos la mejor versión de nosotros mismos, vivimos basados en la continua renovación de nuestro potencial que se va expresando en cambios positivos en nuestra vida, logramos superar barreras, expandir capacidades, corregir tendencias que no causan bienestar por nuevas maneras de producir beneficios a todos a nuestro alrededor.

Cuando uno no cambia no puede aspirar a la transformación de su vida. El cambio necesario se debe producir en lo más profundo de la vida, en la ruptura del círculo vicioso de validar posturas erróneas ante la vida por nuevas convicciones basadas en la manifestación de nuestro máximo potencial, nuestra condición de Buda. Eso es hacer revolución humana. Y cuando uno cambia, ¡cambia todo!


lunes, 7 de marzo de 2022

El caos... (Batman)

En mi niñez disfruté de los súper-héroes como cualquier otro. Batman fue uno de mis preferidos, veía las comiquitas y las series de esa época. De adulto, creo que la trilogía hecha por Christopher Nolan destaca sobre muchas otras películas de súper-héroes. Y de estas tres, "El caballero de la noche" me parece una obra maestra, de hecho durante algún tiempo fue la película de súper-héroe más taquillera en el mundo. En esa película (2008) el ya fallecido Heath Ledger hace el papel del Guasón (Joker) y terminó siendo lo más representativo de toda la película. Creo que el enfoque que dieron al personaje los guionistas, director y actor, fue la perfecta representación de vivir para y por el caos.

En la película, el personaje se dedica a sembrar discordia, confrontación, actúa para desestabilizar, romper con el orden. En un momento pone en manos de algunos la vida de otros, confiando en que el sentido de sobrevivir de unos sacrificará la vida de otros. Suplanta identidades para confundir y poner en peligro la vida de inocentes. Cuando se piensa que su acción es por dinero, destruye las riquezas de mafiosos para dejarlos sin recursos propios. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Por quién?

Su misión es desestabilizar el orden social y lograr una situación de caos absoluto, donde vuelvan a imperar valores primitivos del fuerte sobre el débil, donde no sirva el dinero o su uso no sea suficiente, donde el estado no pueda ser conducido por unos pocos (gobierno) sino que sean grupos de fuerza y autogestión los que dominen las sociedades. Es decir, destruir todas las instituciones sociales para refundar nuevas con un orden basado en fundamentos distintos a los que nuestras sociedades se han establecido.

Esto es sólo una película, es sólo un personaje. Sin embargo hoy en día existen muchos, muchos entes que viven con vidas similares, extremistas dispuestos a dar la vida por lograr este tipo de objetivos. La vida de quien dedica su existencia a algo como lo anterior, es movida por sentimientos complejos de resignación (no confía en la transformación de individuos y sociedades), desesperanza, resentimiento, odio, pero también actúan con mucha inteligencia para lograr sus objetivos, no en vano para el Budismo la inteligencia por sí misma no representa un valor, mientras que la sabiduría sí lo es.

Cuando una vida experimenta posturas caóticas e inhumanas en extremo, para el Budismo esa vida está dominada por los tres venenos: la avaricia, la ira y la estupidez (o ignorancia). Las acciones basadas en estos venenos sólo sirven para crear sufrimiento, tanto para los demás como para uno mismo, porque jamás logrará satisfacer sus deseos, porque sus objetivos ilusorios jamás podrán ser alcanzados. La felicidad no es posible cuando actuamos dominados por los tres venenos. Y no hace falta ser extremista o emisario del caos para actuar "envenenado".

Cambiar nuestros puntos de vista sobre la vida, sobre la razón de nuestra existencia, requiere de una profunda revisión de nuestra misión de vida, para qué existimos y dedicamos nuestras acciones. Cuando la respuesta a esta búsqueda desemboca en una total desesperanza a poder mejorar mi situación, la situación del entorno, los venenos comienzan a trabajar en mi mente y corazón y puedo llegar a la conclusión de que lo único que "sirve" es destruir lo que creo que está mal.

Los extremistas raciales o religiosos, los gobernantes dictatoriales, totalitarios o imperialistas, actúan gobernados por la avaricia, ira y estupidez, consideran que el exterminio, desorden y control absoluto, son las maneras de conducir a todos a "una condición más favorable", olvidando por completo su propia naturaleza humana y su pertenencia al genero humano, causando profundo trastornos en todos a su alrededor y un impacto significativo en toda la humanidad.

La forma de curar estos venenos que expone el Budismo Nichiren, es elevando la frecuencia vital de cada vez más personas, que logremos influenciar positivamente la vida de otros, incluyendo a aquellos que se han convencido de que el caos es la única vía. Si yo manifiesto mi Budeidad, mis palabras serán las necesarias para invitar a la reflexión a otros, causando su propia búsqueda de la verdad sobre su misión de vida. Mi corazón será tan auténtico que los demás percibirán mi sincero deseo de su desarrollo y logro de la felicidad verdadera, por lo que volverá a surgir en ellos la esperanza de que al extraer nuestro verdadero potencial humano, toda la sociedad puede transformar sus bases inhumana.

Vencer la avaricia requiere de mejorar la distribución de los recursos, lograr transmitir que lo necesario es lo que sustenta mi vida y ofrece bienestar a mis seres queridos. Para vencer la ira es imprescindible actuar contra la injusticia, basar la justicia no sólo en la Ley universal de la causa y el efecto, la auténticamente imparcial, sino también lograr sistemas sociales que respeten las normas de convivencia humana donde el respeto a lo digno de la vida sea lo más valorable. Vencer la estupidez o ignorancia se trata de transmitir que pertenecemos al mismo género humano, que cada uno de nosotros posee el gran potencial ilimitado que encierra la Budeidad, que somos capaces de sobreponernos a cualquier diferencia y aplicar la creación de valor en cualquier conflicto.

Los agentes del caos juegan a producir guerras, conflictos bélicos, empoderar mafias y desestabilizar sistemas sociales. Los Bodisatva de la Tierra actúan para que estos seres humanos no logren influenciar la vida de otros, porque transmitimos la máxima Ley del Universo que ofrece a todo individuo la fortaleza de espíritu, de convicción y de valores para no sucumbir a las acciones inescrupulosas de quienes promueven el caos.

Debemos seguir expandiendo la estrategia que vence los tres venenos, la estrategia del Sutra del loto, el Nam Miojo Rengue Kio, que ofrece lo que toda vida necesita para no ser agentes del caos, sino verdaderos seres humanos comprometidos con la transformación positiva de la humanidad.

jueves, 3 de marzo de 2022

El bien y el mal... (Star Wars, 3)

Hubo un niño que fue muy especial, era más ágil que sus compañeros y su inteligencia también destacaba del resto. Su propia concepción fue "especial". Este niño fue educado para ser todo un caballero, un guerrero del bien. Y así fue creciendo, desarrollando aún más sus habilidades naturales hasta llegar a ser un joven muy capaz de conducir retos especiales salvando a otros pueblos y naciones de la injusticia, mientras comandaba a otros que lo respetaban por sus destrezas y fortaleza de sus principios. Tuvo que alejarse de su madre y por soñar con que ella sufría volvió a su antiguo pueblo a buscarla. La encontró torturada y murió en sus brazos.

Esto desató y liberó algo que ya estaba en él, ya sentía un resentimiento, tristeza, miedo y frustración que con la muerte de su madre se amplificó y por más que intentó frenar estos sentimientos que no crean, sino destruyen, no lo logró. Se enamoró y embarazó a su amada. Y comenzó también a soñar con la muerte de su amada, lo que lo llenó aún más del miedo a perder a su ser amado. Esto iba haciendo crecer una gran inseguridad sobre sus acciones enfocadas al bien, donde no encontraba la seguridad de poder proteger a su amada y otros seres queridos.

Es entonces manipulado por un ser mucho más hábil que le ofrece enseñarle a manejar sus habilidades sin restricciones ni límites, lo que le permitiría salvar a su amada incluso de la inevitable muerte. Logró ganar la confianza de este joven guerrero, lo manipuló, se aprovechó de su miedo, inseguridad y frustración, y también de sus ideas revolucionarias y hasta autoritarias, para hacerlo su discípulo incondicional y rendido.

Este joven guerrero, extremadamente hábil y poderoso, ahora es manejado por un maestro del mal, que lo impulsa a unirse a su proyecto en el establecimiento de un imperio, que sustituiría a una unión de repúblicas democráticas y libres. Así, nace el más grande guerrero del mal de su época, Darth Vader.

Con el tiempo, y siendo un comandante que infundía miedo sobre el resto, tanto enemigos como aliados, es inspirado por su maestro a unir en sus filas a su hijo, que también ha desarrollado grandes habilidades de guerrero. Después de batallar frente a frente, y por la fortaleza de espíritu de su hijo, el guerrero del mal Darth Vader, renuncia a seguir siendo discípulo del emperador del mal y se redime ante su hijo, salvándolo de la muerte, pero quedando él mismo herido de muerte. sus últimos momentos son para disfrutar del perdón de su hijo y morir "en paz".

Lo anterior es un mega resumen del hilo principal de gran parte de la historia de La Guerra de la Galaxias. En las series adicionales y en las películas más nuevas los personajes, o giran entorno a este padre e hijo, o ya pertenecen a una nueva generación. Sin embargo, todos, sin excepción, se enfrentan continuamente a evaluar "de qué lado de la fuerza" están luchando, ¿por el bien o por el mal?

Incluso hay algo cíclico en toda la serie y es la aparición de villanos que representan los antivalores, lo contrario a la creación de valor, que actúan para construir el imperio basado en la opresión y la autoridad de fuerza, suprimiendo la libertad de los seres y así gobernar con comodidad sobre todas las naciones.

En toda la serie los "rebeldes" batallan para vencer a los gobiernos autoritarios, a los autócratas con ansias de poder. Siempre hay guerreros del bien enfrentando a los del mal. Pero, en ocasiones, los guerreros del bien terminan actuando con las mismas estrategias que los del mal, y esto, lejos de corregir el sufrimiento, lo acentúa. 

Los líderes que buscan manipular y dominar a la mayoría siempre encuentran quien no sólo los siga, sino quienes vayan a la batalla por sus intenciones autocráticas. En esta saga los principales guerreros del mal son androides o clones hechos "a la medida", que carecen de libre albedrío y son creados para seguir órdenes de los comandantes del mal. Esto resultar lógico en la saga, pero en la vida real no es necesario sustituir a soldados por androides o clones sin juicio propio, los ejércitos están integrados por soldados que actúan siguiendo órdenes de destruir, matar y aniquilar al enemigo. Algunos actúan con consciencia, otros hasta con placer, pero en cualquier caso la formación de los soldados se basa en su irrestricta fidelidad a la línea de comando y a seguir órdenes sin dudar. Esto, también es fácilmente usado por el mal fundamental de nuestra humanidad.

Para el budismo existe la máxima de que tanto el bien como el mal coexisten, no aparece uno sin que el otro esté latente o incluso manifiesto con igual intensidad. De hecho, para el budismo el bien y el mal coexisten dentro de cada uno de nosotros. Por eso, según la fortaleza de nuestros valores y principios filosóficos, podemos ser entes del bien o del mal.

Actuar para el mal es se pasivos ante la injusticia, ser vencidos por el miedo al cambio, a la confrontación de lo que no está bien. Somos entes del mal cuando actuamos con autoritarismo en el propio hogar, sin considerar si causamos sufrimiento innecesario a nuestros familiares y amigos. Esto no quiere decir ser faltos de autoridad o respeto, porque la negligencia de no actuar con firmeza disciplinaria en la formación de los más jóvenes, también puede hacernos entes del mal, por contribuir a la formación de individuos inescrupulosos y faltos de respeto hacia quienes lo rodean.

Ser un emisario del bien implica ser fuertes, valientes, para enfrentar las tentaciones del mal y salir airosos. El mal nos tienta a tomar lo que es de otro, a perseguir metas basadas en lo superficial, prestando más atención a las apariencias que a lo que hay en nuestro corazón. El mal nos tienta a odiar a quien no nos da lo que queremos, a echarle la culpa de nuestro sufrimiento y no asumir la responsabilidad de nuestra propia vida. Por esto y mucho más, ser un emisario del bien siempre requerirá de mucha más fortaleza de nuestras convicciones humanas.

Convivir con nuestras tendencias negativas debe hacernos más fuertes, más sabios, aprender a manejar nuestros propios instintos animales y ser "maestros de nuestra mente", solicitud de Nichiren que logramos con el daimoku de Nam Miojo Rengue Kio.

Un emisario del bien tiene un maestro que le transmite todo lo que necesita para sobreponerse al mal, un maestro que le muestra cómo se combate y se sale victorioso de las batallas contra la oscuridad fundamental. Este maestro debe ser elegido por nosotros, no puede ser impuesto. Yo elijo a Daisaku Ikeda como mi maestro en la batalla contra el mal. Mi decisión es ser un digno guerrero del bien fundamental, de la Ley Mística.

Debemos seguir siendo protagonistas y vencedores de nuestra propia batalla entre el bien y el mal, no sólo "afuera", sino mucho más importante aún, "dentro" de nuestra propia vida.

miércoles, 2 de marzo de 2022

El Caballero Jedi... (Star Wars, 2)

Un Caballero Jedi

Un Jedi es un guerrero, muy hábil con su sable láser que forja para sí mismo, que usa la energía mística de la fuerza para manipular objetos y mentes débiles, siempre con la intención de causar el bien; sabios, pacientes y meticulosos, son forjados por un maestro y son tratados como aprendices durante todo su proceso para llegar a ser todo un "Caballero Jedi", que en inglés es dice Jedi Knight, que incluye también al sexo femenino, por lo que también hay chicas y damas Jedi.

Por otro lado, después de toda la ampliación de la historia en la saga, se fue haciendo más parecido a un monje, porque incluso se ha dejado ver toda una creencia que está muy cercana a ser religión. No pueden casarse o tener pareja amorosa, porque esto debilitaría el vínculo que los une a la fuerza. Por esto y otros tantos detalles, su apariencia de guerreros samuráis se acerca también a los monjes budistas.

Un Bodisatva

Después de siglos, el budismo de la india viajó por todo oriente hasta llegar al Japón, y luego "regresar" a occidente. En todo ese recorrido se fueron traduciendo y ampliando los sutras que encierran la enseñanza de Sakyamuni. En el Sutra del loto aparecen los Bodisatvas de la Tierra, personajes que asumen el compromiso de transmitir la enseñanza de la Ley Mística del Sutra del loto en el futuro lejano (nuestra época) y es este evento y la identidad de estos bodisatvas lo que conmueve y apasiona a filósofos y estudiosos que encuentran sobre todo en el Budismo Nichiren, una manifestación de la esencia de la enseñanza budista en la identidad del bodisatva.

Es un ser que expande su potencial desarrollando sus máximas capacidades humanas, humanistas, que lo hacen más sensible al sufrimiento ajeno, que se conmueve con las desaventuras de quienes tiene alrededor, que se preocupa por brindar bienestar pero reconociendo el potencial del otro, jamás menospreciando sus capacidades. 

A través de reconocer que todo ser humano tiene de manera inherente el máximo potencial de la Budeidad, el bodisatva se compromete a inspirar a todo individuo a que manifieste su propia Budeidad y así venza ante cualquier situación adversa. El Bodisatva de la Tierra comprende que este proceso sólo es posible a través de la entonación del Nam Miojo Rengue Kio, por lo que se preocupa por mostrar con su vida el ejemplo de lucha y victoria que brinda el daimoku del Sutra del loto.

En La Guerra de las Galaxias el Jedi es "especial", no todos pueden llegar a desarrollar las capacidades excelsas de un Jedi. En el Budismo Nichiren, todos tenemos el infinito potencial del Bodisatva y de la Budeidad. Un Jedi domina sus miedos, un Bodisatva también. Un Jedi es sabio, el Bodisatva también. Pero un Jedi no puede inspirar a otro a ser Jedi, sólo puede protegerlo. Un Bodisatva tiene la gran misión de inspirar al otro a desarrollar su máximo potencial de Budeidad.

Quizás en la última entrega de la serie se ha dejado ver que surgen de manera espontánea nuevos seres sensibles a "la fuerza" que muchos de nosotros deseamos nos sigan mostrando el desarrollo de estos nuevos seres para la nueva generación de Jedis, pero hasta ahora no lo hemos visto. Mientras que un Buda en acción, o Bodisatva de la Tierra, consigue conmover y tocar los corazones de todos alrededor logrando una ola expansiva que transforma la vida de muchos, logrando así la transformación del entorno.

El Sith

El Jedi, máximo exponente del lado de la luz, el manejo de la energía mística para el bien, tiene su contrapeso, su máximo enemigo en el Sith, un guerrero poderoso que usa la fuerza para el mal, para influenciar y manipular a todos alrededor a través del miedo y la violencia cruel. En la serie el más reconocido es Darth Vader, pero hay otros tantos más. Lo importante es que Darth Vader se redime al ser invitado por su hijo a retornar al lado "de la luz". Sólo después de momentos traumáticos y vencido físicamente, logra salir de la oscuridad y puede morir más cerca de la luz que de la oscuridad.

Esto es muy cercano a los que ocurre con cualquier ser humano. Podemos sentirnos entes de bien, pero sin saberlo podemos estar siendo víctimas de nuestra propia oscuridad fundamental y estar causando sufrimiento consciente o inconscientemente. Cuando nos dejamos vencer por miedos, egoísmo y los instintos animales de la envida, ansias de poder y violencia sin escrúpulos, somos fácilmente manifestación del lado oscuro de la vida, sin posibilidad de transformar la vida y más bien influimos de manera negativa en todos a nuestro alrededor.

Para los Jedis y Sith, el proceso para transformar lo negativo requiere de mucho esfuerzo, disciplina, meditación y entrega hacia el más fuerte. Para los practicantes del Budismo Nichiren el daimoku otorga la energía vital necesaria para transformar nuestro mal karma que se manifiesta a través de los problemas y obstáculos. Podemos vencer la oscuridad innata y hacer revolución humana para manifestar nuestras infinitas capacidades humanas.

Un Jedi, y de hecho también el Sith, es entrenado, forjado y capacitado por un maestro. Un bodisatva también. Cuando actuamos para corresponder al mentor, (Daisaku Ikeda en nuestra época) a ese que con su ejemplo nos inspira a desarrollar también nuestro mismo potencial ilimitado, la Budeidad, somos como un Padawan (aprendiz de Jedi) que tiene garantizado su desarrollo como un Buda, un gran Jedi con la espada del Sutra del loto, capaz de vencer todo lo que enfrente con la fuerza innata de la Ley Mística, el Nam Miojo Rengue Kio.

No todos pueden ser Jedi. Todos podemos ser, somos, Bodisatvas de la Tierra cuando actuamos para proteger y propagar la Ley Mística a todos a nuestro alrededor.


Mañana, sobre el bien y el mal...

martes, 1 de marzo de 2022

La fuerza... (Star Wars, 1)

Recuerdo que fui a ver las primeras películas muy niño al cine con mi padre. De grande, he visto en el cine tres veces cada una de las tres últimas. Cada vez que las daban en TV no me las perdía y ahora con los canales streaming las he vuelto a ver ya varias veces. Incluso me preocupo y ocupo de que otros que no han visto la serie la vean, ¡conmigo de ser necesario! A mi carrito lo llamo "El Halcón Milenario" inspirado por un amigo.

La Guerra de las Galaxias surge de la mente de George Lucas, después han surgido series y otras películas de gente que trabajó muy cerca de él y que siguió expandiendo la historia. Es muy conocido que Lucas ha estado muy cercano a la filosofía oriental e incluso ha practicado budismo (no Nichiren) por lo que no es extraño que la historia de La Guerra de las Galaxias tenga tanta pero tanta carga de esa filosofía religiosa que él mismo practica.

La fuerza...

La historia expone que existe una energía que llaman "la fuerza", que sólo algunos logran "dominar" desarrollando capacidades más amplias que otros seres. Para lograr este dominio sobre la fuerza estos seres especiales realizan muy complejos ejercicios que los termina haciendo más sensibles y más sabios. Por otro lado, esta energía que existe en todo el entorno, también puede ser usada para realizar el mal, así que existen en la historia de la serie estos seres que usan la fuerza para el bien y también los que la usan para el mal.

Una de las frases más repetidas en todo el planeta producto de esta saga es "May The Force Be With You" ("que la fuerza esté contigo"), repetida por estos seres que conocen la existencia de esta energía y la dominan para el bien. Mucho más nueva, hay una frase surgida en las historias paralelas a las películas originales, y dice "I'm one with the Force. The Force is with me" ("Soy uno con la Fuerza, la Fuerza está conmigo).

Mi primer invitación es a sustituir "fuerza" por la enseñanza expuesta por Nichiren:

"Que la Ley Mística esté contigo".

"Soy uno con la Ley Mística. La Ley Mística está conmigo".

La segunda incluso es repetida como un mantra en la serie, así que se asemeja mucho más a nuestra práctica del daimoku.

En las películas y series todo gira en torno al combate y a la guerra, imperios contra rebeldes, tecnología contra lo místico, y todo gira en torno al uso de esta energía que es lo que determina quién sale victorioso. 

Cuando nosotros hacemos daimoku desarrollamos mayor sensibilidad, desde la perspectiva de que nuestros sentidos se agudizan para percibir la realidad tal cual es. En la serie los personajes no hacen daimoku, su uso de "la fuerza" es a través de una disciplina muy parecida a la de los antiguos guerreros japoneses, los samuráis, que vencen a sus oponentes disminuyendo sus capacidades usando esta energía mística, o con la muerte. El daimoku permite vencer los obstáculos, conflictos, problemas con otro tipo de "armas", son la sabiduría, el coraje, la determinación, la resiliencia, la perseverancia, la esperanza, las "armas letales" que desarrollamos para lograr la victoria.

Si los personajes de esta saga hicieran daimoku serían como Shijo Kingo, samurái discípulo de Nichiren, que además de diestro con el sable vencía con el daimoku la manifestación de su karma negativo. Porque eso es lo que se repite en esta serie, la manifestación de un karma negativo en individuos, familias y planetas enteros.

Los que usan "la fuerza" para realizar el mal seguirán manifestándose. En nuestro caso representan aquellos que desconocen la Budeidad y atentan contra la dignidad de la vida. Los déspotas y hambrientos de poder que invaden y atentan contra otras naciones seguirán existiendo, por lo que para que triunfe el bien deberán surgir más y más exponentes del lado del bien, que usemos esa energía mística, la Ley Mística del Nam Miojo Rengue Kio para vencer a los que desean pisotear la Budeidad de los demás.

Mañana, sobre por qué somos como un "Caballero Jedi".

lunes, 28 de febrero de 2022

59 continuos...

Febrero 28.


Han transcurrido 59 días del año y con esta entrega estoy logrando compartir alguna reflexión por cada uno de esos días de 2022. Me disculpo por aquellos pensamientos escritos que no hayan disfrutado. Me complace recibir la respuesta positiva que alguno me ha compartido. El objetivo del blog seguirá siendo el mismo, es reflexionar y compartirlo, quizás causando una reflexión similar, quizás causando una totalmente contraria, pero reflexionar juntos en un proceso que no se detenga para profundizar en nuestro rol y acción como practicantes del Budismo Nichiren de la Soka Gakkai.

Mañana inicio un nuevo ciclo, y lo expreso así porque usaré un medio hábil distinto para compartir reflexiones. Hasta ahora he aprovechado situaciones, eventos y recuerdos. A partir de mañana 1ro de marzo, usaré películas, para aprovechar el tema, la historia y principalmente los personajes, y así reflexionar sobre qué pasaría si esos personajes practicaran el Budismo Nichiren... me parece interesante usar este recurso y espero que como hasta ahora, algunos lo disfruten.

No serán críticas de cine, no aspiro a eso en lo más mínimo porque creo carecer de lo necesario para hacer tal tarea. Será una reflexión sobre lo que implicaría para una historia como las expuestas en películas particulares, un enfoque desde nuestra práctica del Nam Miojo Rengue Kio y así ejemplificar con nuevas situaciones cómo se vive y aplica el Budismo Nichiren de la Soka Gakkai.

Al igual que siempre, están todos incluidos en mi daimoku de todos los días.

Abrazo fuerte!

domingo, 27 de febrero de 2022

Vivir en el XXI... 2

Febrero 27.


Faltando poco para completar la segunda década del siglo XX (hace 100 años y algo más) se inició la llamada Primera Guerra Mundial en una sociedad muy pero muy distinta a la nuestra con recursos tecnológicos y de comunicación muy inferiores en cuanto a su alcance. Incluso la segunda se llevó a cabo con menos, pero mucho menos poder de recursos bélicos que se tiene ahora. Fue el inicio del uso de armas nucleares que hoy en día son 10 y 100 veces más potentes.

Lo que vivimos hoy es la amplificación en un porcentaje grosero del alcance destructivo que la tecnología ha establecido como los estándares en el armamento. Hoy la deshumanización que la tecnología bélica ha logrado hace que destruir sociedades tenga el menor impacto sicológico en quien la ejecuta porque la realiza a demasiada distancia, lo que no permite evaluar la destrucción en primera persona (para el atacante).

Las mafias, que antes usaban palos y puñales, hoy tienen mejores armamentos que las propias fuerzas de seguridad en muchos casos, lo que los hace ejercer muchas veces un "gobierno de facto" en muchas sociedades en todo el mundo, causando sufrimiento, desplazamiento de familias y muerte.

Eso es el siglo XXI, millones de familias obligados a irse de su calle, de su pueblo, de su ciudad natal, para encontrar situaciones de mayor seguridad, bienestar y tranquilidad. El detalle es que en muchos casos esto último no se consigue de inmediato, y son miles los que seguirán desplazándose, otros miles seguirán padeciendo calamidades, y otros no soportarán el proceso y se rendirán. Sólo una minoría logra sobreponerse a las situaciones de conflicto aguda que se vive en todos los rincones del planeta para encontrar lo anhelado.

Como practicante del Budismo Nichiren creo en el concepto de transformación del karma y, como consecuencia de esto, la transformación del entorno para extraer de cualquier situación la protección, bienestar y tranquilidad que mi vida y la de todos a mi alrededor requieren. Para el Budismo Nichiren el que haya más y más personas entonando el daimoku del Nam Miojo Rengue Kio, es la clave fundamental para que toda sociedad transforme sus cimientos y establezca bases humanistas firmes, sólidas y en continua expansión. Ejemplo: Japón.

Aspirar una mejor familia, sociedad, país, humanidad, no debe ser sólo "un sueño", para nosotros, los miembros de la SGI, es una meta, que contiene puntos a lograr, faces a cumplir, objetivos a ir alcanzando. No es un sueño lejano e ilusorio.

Lo ilusorio es pensar en un orden mundial que se auto-regule en el corto plazo, en gobernantes que pongan a su pueblo como prioridad y no sus propios intereses que surgen del Hambre y la Animalidad (condiciones humanas). Iluso es pensar en que "los buenos" le ganarán a "los malos", sin mayores pérdidas siempre humanas. Iluso es pensar en alguien con suficiente poder para arreglar todo de un solo manotazo. Esa visión es necesaria transformarla por el concepto de revolución humana, que puede ser más lento y tedioso, pero es el más efectivo a largo plazo. Nuevamente, ejemplo: Japón.

A los que vivimos el XXI como producto de nuestro propio karma, es decir, aquellos que hicimos las causas en existencias pasadas para volver a nacer en el período que incluye el XXI, nos toca enfrentar una realidad que incluye obstáculos y manifestaciones del mal fundamental que no atacan a una comunidad de individuos, o a una sociedad o nación; lo que enfrentamos son efectos que impactan en el destino de toda, de toda la humanidad!!!

Con esto me refiero a que una pandemia como la que vivimos puede ser sólo antesala para otra más contundente aún, dicho por algún que otro especialista. Los desastres naturales como tsunamis, erupciones volcánicas o terremotos seguirán atacando en todas las latitudes, porque son parte de la naturaleza de nuestro planeta. Sumemos que no sólo hay dos o tres, sino SIETE países los que tienen arsenal de armas nucleares y otros tantos más que están buscando lograr su desarrollo. Esto pone a todos y cada uno de los seres humanos en una especie de "condición de rehenes de los que tienen el poder de apretar un botón".

Todos los que entonamos Nam Miojo Rengue Kio seguimos con firmeza de espíritu buscando mejorar las condiciones en las que vivimos, aún con toda la situación con distintos niveles de gravedad que vivimos unos y otros. Vamos resolviendo situaciones y logrando avances menores y mayores, pero siempre con la determinación de, sin importar las circunstancias, manifestar nuestro máximo potencial de ser humano, la Budeidad, para impactar positivamente nuestro entorno.

Son muchos, increíblemente muchos los pensadores, futuristas, filósofos y científicos que aseguran la aniquilación de la humanidad por sí misma, porque consideran que nuestro desarrollo o evolución no incluye la reflexión sobre el gran daño que hacemos al planeta y al propio género humano. Por otro lado también son muchos los que, como Daisaku Ikeda y amigos con los que ha mantenido diálogos muy profundos sobre el destino de la humanidad, confían en que existe un punto de inflexión que atraviesa toda sociedad en los que de manera irremediable sobrevive a su propia autodestrucción y crea nuevos fundamentos de crecimiento y desarrollo.

Ante esta diferencia de criterios ¿a quién le creemos? Mucho más importantes, ¿es realmente importante lo que creemos en este momento? Todos tenemos el derecho inalienable de creer lo que deseamos y a quien elegimos. Yo decido creer en la transformación de los cimientos de cada sociedad. Pero, lo que realmente importa es: ¿ESTOY ACTUANDO PARA TRANSFORMAR LO NECESARIO DEL XXI? Porque sea lo que sea lo que yo decida creer, lo que realmente impacta en el entorno son nuestras acciones, palabras y pensamientos. Si no estoy dispuesto a reflexionar y corregir lo necesario, no hay transformación posible.

Hay una carta de Nichiren que describe el mundo donde ya se vive el kosen-rufu y lo ilustra como un momento donde incluso la lluvia será como un rocío y los vientos no serán capaces se doblar las ramas de los árboles. Lo valioso de esta frase es que describe que cuando el kosen-rufu se vive, hasta la naturaleza responde para garantizar la armonía de todo lo vivo, porque nosotros, los seres humanos, llegamos a desarrollar tal condición de vida elevada, que todas nuestras acciones generan esa clase de energía vital basada en magnificar la vida en todas sus expresiones, logrando que la naturaleza reciba el cuidado que merece en todas sus manifestaciones.

Los que tenemos el karma de convivir en este XXI nos toca confrontar nuestro karma y el karma de la humanidad que incluye más formas de autodestrucción inmediatas que las generaciones de siglos anteriores. Aún habiendo enfrentado en siglos pasados epidemias que mataron a gran parte de la población mundial, hoy en día un par de botones aniquila al planeta.

Eso, lejos de causarnos un miedo paralizante, nos debe brindar la imagen de la tremenda responsabilidad y misión que tenemos al actuar como protagonistas del kosen-rufu cuando hacemos shakubuku, cuando nos preocupamos y actuamos por compartir la Ley Mística con más personas en mi entorno, cuando desarrollamos la sabiduría necesaria para comprender la razón y la raíz de todo sufrimiento propio y de la humanidad, que es la oscuridad fundamental que niega el surgimiento de la Budeidad innata en todo individuo.

Cumplamos nuestra misión, en el lugar donde estamos, en este momento, con todos a nuestro alrededor, y vivamos un XXI con toda la determinación de que seremos vencedores ante la oscuridad fundamental y manifestaremos nuestra Budeidad en esta existencia.

sábado, 26 de febrero de 2022

Vivir en el XXI... 1

Febrero 26.


En el año 2001, al retornar de un viaje a un encuentro con 450 jóvenes del mundo miembros de la SGI de muchos países, cuatro venezolanos aterrizábamos en Londres sólo instantes luego del ataque a las Torres Gemelas de EE.UU. Después de muchas horas de incertidumbre pudimos regresar a Caracas porque nuestra ruta no pasaba por EE.UU. Mi esposa y otras tres chicas tuvieron que permanecer en Tokio muchos días más, para luego poder viajar cuando se abrió el espacio aéreo de EE.UU., porque ellas sí debían usar esa ruta.

El siglo XXI arrancaba con una catastrófica acción terrorista y las consecuencias se vivieron por muchos años a nivel mundial. De hecho, se siguen implementando cada vez más medidas de seguridad aérea desde ese trágico acontecimiento.

A nivel laboral, toda la primera década de este siglo fue muy traumática, porque enfrentábamos el pago de un crédito muy grande que, al cancelarse el trabajo que daría los recursos, el pago de ese crédito se alargó por alrededor de 8 años, hasta que finalmente pudimos pagarlo.

Venezuela ha vivido más de dos décadas llena de conflictos internos, división política e ideológica que han dejado huellas muy profundas en cada familia y en la sociedad en general. La emigración a roto muchos corazones y ha significado una exportación involuntaria de muchísimo talento y mano de obra especializada que mantendrán a nuestro país rezagado en muchos aspectos tecnológicos y profesionales. Llegando a la segunda década de este siglo la hiperinflación nos otorgó otro récord como nación y le sumamos seguir surfeando la inestabilidad económica aún hoy en día.

Tan sólo los últimos tres años hemos vivido un apagón nacional por varias semanas (2019) que en la inmensa mayoría del país se siguen viviendo las secuelas; el inicio de una pandemia mundial (2020) que, aunque ha aligerado su impacto, sigue estando presente en toda nuestra cotidianidad; una invasión de un gigante bélico con poder nuclear a otra nación (en curso).

Todos vamos a tener nuestra manera de contar estas poco más de dos décadas del XXI, en los primeros párrafos he citado sólo una inmensa minoría de las catástrofes que se han vivido. Todos vamos a tener diferentes experiencias de lo que hayamos enfrentado y "sobrevivido", también de victorias y grandes logros que hemos alcanzado, porque el XXI también incluye eso, así como la vida incluye todo, lo positivo y lo negativo, porque al final lo más importante es nuestro resumen y qué es para nosotros lo más importante, lo más destacable.

En la SGIV hemos hecho grandes actividades, festivales, avances logísticos, estadísticos, hemos crecido, nos falta mucho, pero no nos rendimos ni mucho menos, nos toca evaluar, corregir y redireccionar algunas cosas, pero seguimos adelante no sólo como SGIV, sino como SGI; en 192 países y territorios más de 15 millones de miembros seguimos firmes en el compromiso y juramento de llevar a más y más personas la Ley de Nam Miojo Rengue Kio para promover la transformación interior de más individuos que también se comprometan a construir sociedades y naciones distintas basadas en el respeto a la dignidad de la vida como fuente de políticas y estrategias para el desarrollo de sus integrantes.

Si seguimos aprendiendo de lo propuesto por Daisaku Ikeda, si seguimos su ejemplo como individuo que aplica las enseñanzas de Nichiren, jamás nos rendiremos en esta gran tarea que significa el kosen-rufu del mundo entero.

viernes, 25 de febrero de 2022

La verdadera prueba...

Febrero 25.


Hoy, como los últimos días de cada mes, en nuestro Sector hemos tenido la Reunión de Diálogo mensual. Desde hace ya varios meses y por la dinámica de la inmensa mayoría de nuestros miembros, elegimos cualquier día de la semana (no sólo sábado o domingo) y una vez definido (por una de las divertidas encuestas de Telegram) el grupo de WhatsApp es abierto durante todo el día para que los que deseen puedan compartir sus victorias, retos, inquietudes y por supuesto, vamos intercambiando las frases y párrafos del "Tema de diálogo del mes", que va alimentando el intercambio de todo el día. No hay un horario, todos los que desean participar lo hacen durante el momento que más les conviene, porque todos manejan el tiempo de manera diferente, además de que la conexión sigue siendo un obstáculo continuo en la mayoría, así que cuando tienen buena señal y disponen de tiempo, participan.

Durante meses esto nos ha resultado fabuloso, por tener más libertad de tiempo los que deciden participar lo hacen con plena holgura y confianza, porque no tienen un horario estricto que si no logran conectarse pierden la oportunidad. Más bien durante todo el día se van leyendo grandes victorias y beneficios que logran inspirarnos a todos los que leemos cada mensaje. Y la gran ventaja, es que quien se conecta más tarde igual tiene el registro de todo lo compartido, así que se pone al día cuando lo desea y puede hacerlo.

Estos escenario virtuales, que han tenido que surgir para sustituir las reuniones presenciales, jamás podrán llenar el vacío que se ha generado por no poder vernos y escucharnos "en vivo", pero son necesarios para seguir conectados y aunque sea a la distancia y a través de un dispositivo electrónico, recibir lo que sale de corazón de otros directo al corazón del resto de los lectores. Esto se logra inevitablemente cuando la fuente es esa, el corazón.

Nichiren estableció unos criterios para confirmar la validez y efectividad de una enseñanza. Él convivió con decenas de vertientes budistas surgidas de todos los sutras que llegaron al Japón en desorden y en distintas épocas. Por esto, después de estudiarlos y validar su orden y validez, estableció este concepto que llamó las "tres pruebas", para evaluar lo que propone una filosofía religiosa y confirmar si en realidad lo que ofrece al ser humano sirve para alcanzar la felicidad verdadera y absoluta.

Estas tres pruebas son: la teórica, que incluye su planteamiento sobre la vida y sus conceptos sobre cómo se debe vivir; la doctrinal, que debe estar conformada por todos los documentos que sirven de fuente directa a lo expuesto por el fundador; y la real, que no es más que la confirmación de los practicantes del logro de victorias y transformación de su vida.

Las reuniones de diálogo, que son más que tradición el fundamento de la Soka Gakkai, son los escenarios perfectos para que todos los practicantes podamos intercambiar nuestras victorias, retos, interrogantes y opiniones sobre cómo aplicar de manera más correcta lo que expone el Budismo Nichiren a través de las palabras y guías de Daisaku Ikeda.

Resulta extraordinariamente inspirador, mes a mes, leer cómo avanza cada uno de los miembros del Sector con nuevas victorias, cómo avanzan en su comprensión del objetivo de la práctica del Nam Miojo Rengue Kio, cuál es el compromiso al tener el Gojonzon y cómo viven su revolución humana de la forma más valiente y determinada.

El espíritu del Budismo Nichiren radica en transmitir la veracidad y validez de su enseñanza a través de la prueba real que obtenemos cada uno de sus practicantes. Cuando el resultado de nuestro daimoku se manifiesta en protección, beneficios y nuevas realidades en nuestra vida, lo natural es compartirlo con otros, que recibirán nuestro ánimo y alegría y se inspirarán a logran sus propias victorias y transformaciones de vida.

La prueba real es lo que mantiene vivo el Budismo Nichiren. Pongamos la vida en compartir la nuestra y valoremos la prueba real de todos nuestros amigos y compañeros.

jueves, 24 de febrero de 2022

Guerra... 2

Febrero 24.


Imaginemos que en nuestra propia casa uno de los integrantes de la familia hace lo que le da la gana, no respeto los espacios y objetos de los demás y causa constantes conflictos que afectan a toda la familia. Imaginemos, que tenemos una familia de vecinos en nuestra calle que tiene acciones inescrupulosas, son altaneros, irrespetuosos y por tener poder adquisitivo atentan contra las casas vecinas apropiándose de alguna de sus partes o del propio frente de la casa ajena.

A veces deseamos que haya una institución que "nos defienda" de estas incomodidades. Esperamos que la asociación de vecinos, consejo comunal o junta de condominio tome acciones contundentes para protegernos de estas personas "indeseables" por la mayoría. Conozco de pocos casos en los que esto funcione. No digo que no suceda, pero yo conozco pocos.

Cuando pensamos "debe haber una institución o persona que corrija a esta familia o integrante familiar para poder vivir más tranquilos", puede pasar mucho tiempo, incluso no suceder jamás tal resolución. En algunos países estas instituciones sí existen y su acción es más directa para ofrecer apoyo a los vecinos o familias afectadas. En la nuestra, no, al igual que otras tantas naciones y sociedades donde esa injerencia que puede existir de alguien "externo" al conflicto es nula.

¿Qué nos toca? Desde la perspectiva del ser humano común, apelar a la fuerza, alguien más fuerte que corrija a los incómodos. Si elevamos esto a la escala de sociedades o naciones, pues sería igual, una nación más fuerte que ayude a la afectada.

Desde la perspectiva de ser practicantes del Budismo Nichiren de la Soka Gakkai, que ponemos esfuerzo en interpretar y aplicar lo más correctamente posible sus planteamientos, que tomamos a Daisaku Ikeda como ejemplo de practicante budista de nuestra época, nos toca pensar y actuar con el primer filtro de la filosofía budista.

La teoría del karma es irrefutable, los conflictos que atravesamos son efectos directos de nuestras causas previas. La causalidad es imparcial, no discrimina, no tiene preferencias basadas en una consciencias suprema o superior. El que grabó una causa, recibe un efecto.

Es lamentable que los efectos sean recibidos como una guerra en mi país, o por la acción de grupos paramilitares que se apoderan de mi comunidad, o por los grupos de grandes poderes del narcotráfico que obligan a innumerables familias a desplazarse de sus hogares. Pero, desde la perspectiva budista, cuando eso nos sucede vivimos los efectos de nuestro karma.

Ahora, la siguiente premisa del Budismo Nichiren es que podemos cambiar nuestro karma, cualquiera que sea. Tenemos el potencial para irradiar un tipo de energía vital distinta a la violencia y transformar el fondo del corazón propio y de todos a nuestro alrededor, para vivir condiciones donde toda vida sea valorada y respetada.

Imaginemos ahora este escenario... Somos más de 15 millones de miembros con Gojonzon de la Soka Gakkai, sumemos unos cuantos millones más de personas que entonan Nam Miojo Rengue Kio pero que aún no tienen Gojonzon. Imaginemos que todo el daimoku que hacemos todos estos millones de personas van llegando a las vidas de toda la humanidad, llega a aquellos que padecen conflictos violentos, a los que enfrentan graves enfermedades, a los que tienen un corazón lleno de odio y resentimiento, a los que están sumidos en la depresión...

Todo nuestro daimoku llega a la humanidad, porque en toda la humanidad existimos personas convencidas de que irradiamos energía vital basada en la Budeidad. Ese daimoku va enfrentando la oscuridad fundamental del planeta cuando yo logro vencer mi propia oscuridad fundamental. Cada individuo victorioso que transforma su corazón irradia al ente vital de todas la humanidad la energía vital necesaria para transformar nuestro karma como planeta, como genero humano.

Cuando logramos transcender nuestro criterio como mortales comunes y ampliamos nuestra mente basada en la Budeidad, comprendemos que mi cambio de karma negativo impacta la vida de todos a mi alrededor y que el cambio del karma de millones de personas logran transformar el karma de la humanidad entera.

No perdamos este foco. La victoria sobre mi karma transforma mi familia, mi comunidad, mi sociedad, mi nación, la humanidad entera. Ese es el concepto de revolución humana que promueve Daisaku Ikeda, el concepto que sigo con convicción y compromiso.

Venzamos la guerra, venciendo el lado oscuro de nuestro propio corazón.

Nam Miojo Rengue Kio.

Guerra... 1

Febrero 23.

"La guerra es atroz e inhumana. Nada es más cruel, nada es más trágico."
Daisaku Ikeda.

Con esa frase inicia Daisaku Ikeda su novela "La revolución humana", que inicia con lo vivido por Josei Toda apenas es liberado el 3 de julio de 1945, cuando el Japón era derrotado en la segunda guerra mundial.

Hoy, en una muestra de poder desbordado, vivimos un nuevo conflicto bélico que, aunque lejos de nuestras fronteras, debe indignarnos y preocuparnos desde todo punto de vista.

No tenemos forma de influir directamente, me refiero a nuestro rol como individuos. El gobierno de nuestro país es de los pocos, muy pocos, que apoya la acción tomada por el lado agresor y sin ninguna intención de evaluar las razones que ha tenido ese lado agresor, lo que creo y estoy convencido es que nuestra postura jamás puede avalar una acción de este tipo donde una nación diez veces mayor en cuanto a potencia militar y recursos, decide incursionar violentamente en otra nación vecina.

Estos son momentos complejos para la humanidad, porque la "verdad" será usada sin discreción, distorsionada en la mayoría de los casos y los únicos que realmente vivirán las consecuencias auténticas son los ciudadanos de las regiones en guerra.

Nuestro daimoku debe ir dirigido a la protección de todos los seres humanos, más aún aquellos que están viviendo situaciones de extrema violencia por las inescrupulosas acciones de unos pocos. Leí algo que puso una amiga: "La guerra la pelean jóvenes que no se conocen, que no se odian, por órdenes de unos viejos que sí se conocen y se odian, pero que no se pelean entre ellos".

Daisaku Ikeda tiene infinidad de escritos en contra de la guerra, su maestro Josei Toda ha sido la referencia eterna para enfrentar de toda forma posible la concreción de conflictos bélicos. Quienes nos identificamos plenamente con su planteamientos humanista, además de pacifista, nos toca mantenernos firmes en nuestras convicciones en contra de la guerra y rechazar con toda fortaleza a aquellos que avalen el uso de la fuerza militar.

Hoy también volví a leer: "¿para que sirven la Organización de Naciones Unidas?". Y en realidad resulta frustrante observar como una organización que incluye a la inmensa mayoría de las naciones del planeta no haga o no pueda hacer nada con más contundencia para evitar estos hechos.

Daisaku Ikeda envió este año su "propuesta de paz" número 40, es decir, lo ha hecho por cuarenta años consecutivos al núcleo de la ONU, como su firme solicitud que este cónclave logre tener una presencia mucho más contundente en en la resolución de conflicto entre naciones, en la corrección de gobiernos autoritarios y no democráticos. Pero no es tan sencillo como queremos o nos imaginamos. Sin embargo, él no pierde su firme compromiso con proponer distintas alternativas para lograr mayor equilibrio en los gobiernos del mundo.

Nos toca desarrollar la misma esperanza y convicción, aunque sintamos que nuestra acción cotidiana no resuelve el conflicto bélico, sigamos confiando en el daimoku que realizamos por todos los seres humanos que deben huir de sus hogares para salvar sus vidas.

Nam Miojo Rengue Kio.

martes, 22 de febrero de 2022

Pureza...

Febrero 22.


Lo puro no está contaminado, no está sucio, no tiene distorsiones. Decimos que los niños son puros porque no tienen prejuicios, los van adquiriendo tanto por cómo se les educa como por sus propias experiencias. Y así su conciencia pura se va enriqueciendo mientras crece. Todos mantenemos algo de la pureza de nuestra niñez, aunque sea mínimo. Por otro lado el crecer y enfrentar la maldad, los problemas de la vida cotidiana, la realidad del mundo entero, logran ensuciar nuestra mente y la pureza de nuestro corazón se va percudiendo, hasta que en algunos casos ya no percibimos que conservemos algo de la pureza de nuestra niñez.

Sentir que nacemos para ser felices, que nos merecemos una familia armoniosa y afectuosa, que nuestra vida es digna de una sociedad que nos garantice bienestar y protección, eso surge de la pureza de nuestra mente y corazón. Más que ingenuidad, representa un sentido innato de que la vida es valiosa, la existencia tiene un propósito mucho más profundo que lo banal y pasajero.

En el budismo la pureza se identifica con al menos dos aspectos: la Budeidad y la fe. La Budeidad representa la máxima expresión de nuestra identidad como ser humano, es la manifestación de nuestras máximas cualidades como la sabiduría, el coraje, la fortaleza, la perseverancia, la vehemencia y por supuesto el amor compasivo. Estas expresiones de nuestra vida, cuando surgen de la Budeidad, no están contaminadas con el egoísmo, el miedo, la violencia, nada es capaz de tergiversar la pureza de nuestra intención de ser felices a través de contribuir directamente a la felicidad de quienes nos rodean.

Por otro lado, el proceso para creer en este potencial, para vencer la duda y aprender a desarrollar esa Budeidad que el budismo expone que tengo, y que tienen todos, es lo que identificamos como fe. Y esta fe es pura cuando creemos en lo anterior. Además el budismo expone que no podemos tener una fe ciega, esa que cree aún sin tener pruebas reales o sin comprender lo que se postula en la filosofía budista, la fe tiene que ser con los ojos bien abiertos, dispuesta a profundizarse, a aprender cómo se aplica esta "nueva" filosofía de vida. La pureza de la fe se manifiesta con la contundente disposición a vencer mis propias tendencias negativas para manifestar mi Budeidad.

Hoy, después de muchos meses, volví a recibir en mi hogar a un gran amigo, a un personaje (porque lo es) que conoció Nam Miojo Rengue Kio en 1995 a través de alguien que se lo escribió en un papel, sin explicarle su significado ni nada más, sólo le dijo que lo repitiera para vencer su sufrimiento. Nunca volvió a ver a esa persona. Durante 23 años se mantuvo repitiendo esta frase cada vez con más frecuencia, no dudaba en entonar esta palabra cada vez que tenía un reto, que debía solucionar un problema o conflicto. A través de todos esos años desarrolló fe en esta frase que no tenía la menor idea de cómo pronunciarla correctamente ni su verdadero significado.

Iván, en 2018 se consiguió con alguien que finalmente se lo explicó. En 2019 asistió a su primera reunión de la Soka Gakkai, conoció a Daisaku Ikeda, los concepto budistas, los materiales de estudio y por supuesto, el significado de lo que se mantuvo pronunciando con fe durante todo ese tiempo. Todo lo que encontró sirvió para que esa fe pura que había desarrollado se hiciera más pura aún, aprendió a ponerse retos, metas, vencer y transformar el mal karma, su fe en el Nam Miojo Rengue Kio se profundizó aún más. Recibió Gojonzon en mayo de 2019 y hoy me sigue confirmando que no ha dejado de hacer daimoku ni un sólo día.

Su familia volvió a reunirse después de estar separados, su relación con esposa e hijos ha mejorado significativamente, aún siendo muy humilde logra acumular lo suficiente para mantenerse sano, con alimento y tener incluso su teléfono inteligente con el que puede participar de nuestras actividades por WhatsApp.

Ya pasaron casi tres años desde que recibió su Gojonzon y se sigue expresando con gran convicción en su práctica del Budismo Nichiren de la Soka Gakkai, por supuesto que extraña las actividades, vive muy lejos de la mayoría de nosotros, pero no deja se confirmar que incluso en su soledad, no abandona su compromiso y convicción en su daimoku, en su Nam Miojo Rengue Kio, en su Gojonzon.

Su hablar es natural, sin filtro, puro. Y así es su fe. De él sigo aprendiendo la importancia de lo sencillo, de no complicarse dejando que la mente nos envuelva en su dinámica porque perdemos la pureza.

Agradezco la inmensa buena fortuna de conocer a Iván y a todos los amigos y compañeros que me siguen enseñando cómo vencer para ser feliz. Esta es su frase: "no soy rico, pero soy feliz".

lunes, 21 de febrero de 2022

Asumir la responsabilidad...

Febrero 21.


Hace ya unos tres años, estaba en casa atendiendo a un grupo de nuevos practicantes del Budismo Nichiren en una de las jornadas de lo que llamamos Grupo Soka, que son los espacios de diálogo para las personas interesadas en conocer más de nuestra filosofía religiosa.

Uno de los vecinos participantes comentó que le encantaba la propuesta filosófica del Budismo Nichiren de la Soka Gakkai y que le parecía extraño que no fuera practicado por más personas, ya que consideraba que la lógica y el humanismo son parte integral de lo que practicamos.

Recuerdo que le respondí que es un paso significativo para cualquiera asumir una nueva fe y práctica religiosa, más cuando el fundamento de dicha fe es muy distinto a lo que fuimos educados y hemos aplicado durante todo nuestro crecimiento y desarrollo.

Hace mucho más tiempo conversando con un amigo que ya practicaba el Nam Miojo Rengue Kio, él me compartía que no entendía del todo el concepto de la Causalidad (la causa y el efecto), porque para él no todo lo que experimentaba era consecuencia de sus acciones, había algo que le seguía pareciendo "injusto".

Y acá está una de las claves para asumir una nueva filosofía de vida como la que expone el budismo, una nueva religión distinta la que se nos fue enseñada de niños. Detallo algunas diferencias:

  • En el Budismo Nichiren no existe un ser supremo, existe una Ley Mística. La diferencia radica en que no es un ser consciente el que decide nuestro destino, sino más bien es una Ley imparcial que se manifiesta según nuestras propias acciones creadas desde el infinito pasado.
  • Para el Budismo Nichiren la vida es eterna, por lo que la muerte no es el final absoluto, sino un descanso temporal que repone energía vital y luego continúa en una nueva manifestación que se regirá igualmente por nuestras propias causas realizadas.
  • La transformación de la vida de cada individuo depende totalmente del compromiso hacia pulir su propia vida de las tendencias negativas que impiden la manifestación de su máximo potencial, la Budeidad. En ningún caso depende de otros, más bien la propia transformación positiva influencia a quien nos rodea.
Estos tres principios, que no son los únicos por supuesto, pueden describir a grandes rasgos lo que, para mí, representan los principales paradigmas a vencer en la mente de cada individuo para aceptar la sola posibilidad de practicar una religión distinta a la que fue transmitida por sus padres.

En resumen, para el budismo el individuo es el único responsable del desarrollo de su existencia, la actual y la próxima, porque ya la anterior no puede ser transformada. Más bien todo lo realizado anteriormente, desde el infinito pasado en existencias anteriores, son lo que ha generado las condiciones que vivimos en el presente y lo que accionamos en este instante, enmarcan lo que viviremos en el futuro inmediato, mediato y lejano.

Hay una máxima dentro de la filosofía budista y es que "el tiempo más importante es el presente". No el pasado, tampoco el futuro. Es el ahora, el hoy. Porque las acciones de este instante viven los efectos del pasado, corrigen tendencias y transforman el futuro.

No es suficiente "comprender" lo anterior, hace falta aplicarlo, vivirlo y por eso es tan imprescindible asumir la responsabilidad plena de nuestra vida. Esto involucra no esperar que algo divino y externo modifique nuestro presente para sufrir menos, tampoco tener o prescindir de aquellos que nos causas incomodidades, ni mucho menos tener u obtener eso que pensamos nos dará más tranquilidad y estabilidad.

Para el Budismo Nichiren es parte integral de la práctica asumir la responsabilidad total de nuestras causas, que involucran lo que hacemos, lo que decimos e incluso lo que pensamos. Ser responsables es asumir las consecuencias de todo lo realizado en el pasado, pero más aún de lo que vamos accionando en el presente. Lo que decimos, cómo lo decimos, cuándo lo decimos, lo que pensamos, cómo lo pensamos y cuándo lo pensamos. Y por supuesto, las acciones que genera todo lo anterior.

Hablar o pensar desde el sufrimiento, la frustración y la depresión. Hablar y pensar con violencia, desde la perversa intención de manipular. Nada de eso genera buenas circunstancias en el futuro inmediato y mucho menos el lejano. El primer paso para transformar la vida es ser plenamente conscientes del impacto de nuestras acciones (palabras y pensamientos incluidos), el proceso de ir comprendiendo y actuando basado en estos principios, es lo que llamamos revolución humana, es lograr madurar, tanto como individuo como nuestra fe, que se desarrolla y se fortalece al hacerse totalmente responsable de lo que nos sucede y de lo que sucede a nuestro alrededor.

¿Queremos transformar nuestra vida? Hay que hacernos responsables de todo lo que hace falta cambiar en ella. ¿Queremos transformar nuestra sociedad? Debemos asumir la responsabilidad de transformar la raíz de nuestra oscuridad fundamental e inspirar a todos a nuestro alrededor a realizar su propio proceso. Para eso es el Nam Miojo Rengue Kio, para eso obtenemos y usamos el Gojonzon.

Seamos responsables, de nuestra vida y de la transformación de Venezuela.

domingo, 20 de febrero de 2022

Lo que salga del corazón...

Febrero 20.


Hoy fue un día para reflexionar, evaluar y relanzar proyectos, ideas y compromisos. El arranque de esta semana tiene mucho en proyección para lograr nuevas cosas y alcanzar nuevos objetivos.

Este proyecto de escribir todos los días no fue planificado, ha ido saliendo después de escribir los primeros días de enero a modo de compartir con ustedes, mis amigos y seres queridos, una especie de reflexión "en tiempo real" sobre todo lo que se va experimentando día a día.

Escribir, escribirles (porque es pensando en ustedes), no ha representado un gran esfuerzo o una exigencia que ocasione sufrimiento por cumplir, porque ha surgido de un sincero deseo de "tenerlos cerca" en un entorno que obviamente no nos proporciona toda la interacción que sería ideal. Muy lejos de eso, más bien es un canal casi unidireccional para compartir con todos un proceso reflexivo y manifestarlo diariamente, aprovechando eventos cotidianos o asuntos que quedaron pendientes producto de alguna conversación con alguien en particular.

Aunque hoy este ejercicio ya lo considero una tarea diaria, y espero seguirla haciendo por todo el tiempo que pueda, en próximos meses me planteo cambiar la dinámica de alguna manera, así que por ejemplo para marzo usaré un nuevo medio hábil: películas y series, que me permitan mostrar cómo hubiese sucedido la historia si los protagonistas hubiesen conocido y practicado el Budismo Nichiren.

Luego, me he imaginado producir videos de 3 a 5 minutos donde pueda conversar con otra persona sobre el beneficios de su práctica, lo que comparte con otros sobre su fe en el Nam Miojo Rengue Kio. Y así, intentaré diversificar las maneras en las que sigamos profundizando nuestra fe, práctica y estudio en la filosofía religiosa que nos legó Nichiren hace ya casi 800 años.

Sea como sea, les aseguro que todo surgirá desde mi deseo de que todos seamos victoriosos, felices y llenos de gran compromiso con la felicidad de quienes nos rodea.

Seguimos juntos.

Orbitar la Ley Mística

ÓRBITA: 1. Trayectoria curva que describe un cuerpo en su movimiento alrededor de un centro. 2. Ámbito en que se percibe la influencia de al...