En mi niñez disfruté de los súper-héroes como cualquier otro. Batman fue uno de mis preferidos, veía las comiquitas y las series de esa época. De adulto, creo que la trilogía hecha por Christopher Nolan destaca sobre muchas otras películas de súper-héroes. Y de estas tres, "El caballero de la noche" me parece una obra maestra, de hecho durante algún tiempo fue la película de súper-héroe más taquillera en el mundo. En esa película (2008) el ya fallecido Heath Ledger hace el papel del Guasón (Joker) y terminó siendo lo más representativo de toda la película. Creo que el enfoque que dieron al personaje los guionistas, director y actor, fue la perfecta representación de vivir para y por el caos.
En la película, el personaje se dedica a sembrar discordia, confrontación, actúa para desestabilizar, romper con el orden. En un momento pone en manos de algunos la vida de otros, confiando en que el sentido de sobrevivir de unos sacrificará la vida de otros. Suplanta identidades para confundir y poner en peligro la vida de inocentes. Cuando se piensa que su acción es por dinero, destruye las riquezas de mafiosos para dejarlos sin recursos propios. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Por quién?
Su misión es desestabilizar el orden social y lograr una situación de caos absoluto, donde vuelvan a imperar valores primitivos del fuerte sobre el débil, donde no sirva el dinero o su uso no sea suficiente, donde el estado no pueda ser conducido por unos pocos (gobierno) sino que sean grupos de fuerza y autogestión los que dominen las sociedades. Es decir, destruir todas las instituciones sociales para refundar nuevas con un orden basado en fundamentos distintos a los que nuestras sociedades se han establecido.
Esto es sólo una película, es sólo un personaje. Sin embargo hoy en día existen muchos, muchos entes que viven con vidas similares, extremistas dispuestos a dar la vida por lograr este tipo de objetivos. La vida de quien dedica su existencia a algo como lo anterior, es movida por sentimientos complejos de resignación (no confía en la transformación de individuos y sociedades), desesperanza, resentimiento, odio, pero también actúan con mucha inteligencia para lograr sus objetivos, no en vano para el Budismo la inteligencia por sí misma no representa un valor, mientras que la sabiduría sí lo es.
Cuando una vida experimenta posturas caóticas e inhumanas en extremo, para el Budismo esa vida está dominada por los tres venenos: la avaricia, la ira y la estupidez (o ignorancia). Las acciones basadas en estos venenos sólo sirven para crear sufrimiento, tanto para los demás como para uno mismo, porque jamás logrará satisfacer sus deseos, porque sus objetivos ilusorios jamás podrán ser alcanzados. La felicidad no es posible cuando actuamos dominados por los tres venenos. Y no hace falta ser extremista o emisario del caos para actuar "envenenado".
Cambiar nuestros puntos de vista sobre la vida, sobre la razón de nuestra existencia, requiere de una profunda revisión de nuestra misión de vida, para qué existimos y dedicamos nuestras acciones. Cuando la respuesta a esta búsqueda desemboca en una total desesperanza a poder mejorar mi situación, la situación del entorno, los venenos comienzan a trabajar en mi mente y corazón y puedo llegar a la conclusión de que lo único que "sirve" es destruir lo que creo que está mal.
Los extremistas raciales o religiosos, los gobernantes dictatoriales, totalitarios o imperialistas, actúan gobernados por la avaricia, ira y estupidez, consideran que el exterminio, desorden y control absoluto, son las maneras de conducir a todos a "una condición más favorable", olvidando por completo su propia naturaleza humana y su pertenencia al genero humano, causando profundo trastornos en todos a su alrededor y un impacto significativo en toda la humanidad.
La forma de curar estos venenos que expone el Budismo Nichiren, es elevando la frecuencia vital de cada vez más personas, que logremos influenciar positivamente la vida de otros, incluyendo a aquellos que se han convencido de que el caos es la única vía. Si yo manifiesto mi Budeidad, mis palabras serán las necesarias para invitar a la reflexión a otros, causando su propia búsqueda de la verdad sobre su misión de vida. Mi corazón será tan auténtico que los demás percibirán mi sincero deseo de su desarrollo y logro de la felicidad verdadera, por lo que volverá a surgir en ellos la esperanza de que al extraer nuestro verdadero potencial humano, toda la sociedad puede transformar sus bases inhumana.
Vencer la avaricia requiere de mejorar la distribución de los recursos, lograr transmitir que lo necesario es lo que sustenta mi vida y ofrece bienestar a mis seres queridos. Para vencer la ira es imprescindible actuar contra la injusticia, basar la justicia no sólo en la Ley universal de la causa y el efecto, la auténticamente imparcial, sino también lograr sistemas sociales que respeten las normas de convivencia humana donde el respeto a lo digno de la vida sea lo más valorable. Vencer la estupidez o ignorancia se trata de transmitir que pertenecemos al mismo género humano, que cada uno de nosotros posee el gran potencial ilimitado que encierra la Budeidad, que somos capaces de sobreponernos a cualquier diferencia y aplicar la creación de valor en cualquier conflicto.
Los agentes del caos juegan a producir guerras, conflictos bélicos, empoderar mafias y desestabilizar sistemas sociales. Los Bodisatva de la Tierra actúan para que estos seres humanos no logren influenciar la vida de otros, porque transmitimos la máxima Ley del Universo que ofrece a todo individuo la fortaleza de espíritu, de convicción y de valores para no sucumbir a las acciones inescrupulosas de quienes promueven el caos.
Debemos seguir expandiendo la estrategia que vence los tres venenos, la estrategia del Sutra del loto, el Nam Miojo Rengue Kio, que ofrece lo que toda vida necesita para no ser agentes del caos, sino verdaderos seres humanos comprometidos con la transformación positiva de la humanidad.
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