martes, 18 de enero de 2022

Por qué Venezuela...

Hoy, 18 de enero, ha sido una nueva oportunidad para confirmar "por qué Venezuela". Los diálogos con amigos muy queridos, pero más aún con familiares, me hacen compartir por qué sigo eligiendo Venezuela.

El año pasado a raíz de la cuarentena comencé a comunicarme mucho más con primos (somos muchos), que por supuesto no entienden la situación de Venezuela y en todo caso, porque nosotros (mi hermano y yo específicamente) no elegimos irnos. Hiperinflación, mafias, cleptocracia, delincuencia extrema, etc...

Es muy complejo explicar lo que sucede en Venezuela para el que no es venezolano, así que la respuesta no puede girar en explicaciones sobre los fenómenos sociales que vivimos. Mi respuesta siempre ha sido basada en una determinación y compromiso de fe, en mi filosofía de vida.

Más allá de la belleza natural, el clima, la belleza femenina (no es juego), las costumbres o cualquier otra cosa exterior, decidí cumplir un compromiso, un juramento, en Venezuela. Y no tiene que ver con sentimientos nacionalistas que me generan rechazo en cualquier nación, sino más bien una decisión de cumplir una misión en este país.

Por seguir a Daisaku Ikeda como mentor, vivo con la premisa de que todos debemos construir una identidad de ciudadanos globales, sin fronteras ideológicas ni nacionalista, por eso el compromiso con Venezuela tiene que ver con una misión y la atención directa a todo lo que involucra cumplirla.

El concepto de kosen-rufu es aplicable a cualquier sociedad, así que quien decide emigrar (siendo practicante del Budismo Nichiren de la Soka Gakkai) puede seguir cumpliendo esa misión donde así lo decida y determine. Yo decidí actuar por el kosen-rufu de Venezuela.

Personas que sufren hay en todas las latitudes, yo decidí apoyar a las que tengo en mi sociedad de Venezuela. Actividades para promover la creación de valor se pueden realizar en todos lados. Yo decidí realizarlas en Venezuela. Soka Gakkai hay en 192 países y territorios. Yo decidí luchar en la SGI de Venezuela.

Entonces, es un asunto de decisión, de determinar dónde se desea luchar por un ideal universal, pero de manera local. Todo el que actúe en pro del kosen-rufu es un Bodisatva de la Tierra, sin raza ni nacionalidad que intervenga en esa identidad. Lo que importa es nuestra contribución a la localidad donde nos encontramos.

Hace poco tiempo un responsable de la Soka Gakkai de Japón alabó a los que luchamos por el kosen-rufu de Venezuela, porque "los Bodisatva de la tierra surgen donde más se les necesita". Y obviamente se le puede decir lo mismo a quien lucha por la felicidad de toda su comunidad y propaga la Ley Mística en Tonga, Etiopía, Guatemala o cualquier otra sociedad donde se viva una situación de deshumanización y sus ciudadanos estén sufriendo la manifestación de un karma colectivo muy complicado. Y de esos lugares, hay muchos...

He decidido cumplir mi misión en Venezuela. He visitado y deseo seguir conociendo muchos más países, pero mi compromiso con la pacificación de la tierra venezolana es muy fuerte. 

Quizás sea terquedad, co-dependencia, soy iluso o estoy muy apegado a un "lugar"... todo eso es posible. Sin embargo, día a día, cuando estoy sentado frente al Gojonzon, en mi corazón sigue prevaleciendo el profundo deseo de que mi sociedad venezolana disfrute de valores humanistas y una dinámica creadora de valor que nos permita disfrutar de mejores tiempos, donde se dignifique la vida sobre cualquier otra cosa.

Siempre con cariño a todos. Siempre con mi compromiso en Venezuela.

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