viernes, 28 de enero de 2022

Cuando aparece un "despreciable"...

Hoy, 28 de enero, a eso de las 2 am y por un período casi cronometrado de 2 horas, frente a mi casa se paró una camioneta con un equipo de sonido diseñado para aturdir, para ensuciar sonoramente. La hora elegida al parecer era sólo la continuación de la jornada que empezó horas antes pero en otra calle, donde la policía nos obligó a retirarse y eligieron venir a esta calle. El personaje es familiar de alguien por acá, de hecho hizo el mismo "espectáculo" en hace unos 4 meses; anoche fue acompañado por varios, más su presencia no es regular por acá.

Ya hace mucho tiempo por esta calle vivimos casos similares pero con muchachos que sí son de por acá, que tomaron la costumbre de poner música muy alta hasta muy tarde en la noche, pero los propios muchachos dejaron de hacerlo a solicitud o reclamo de muchos vecinos. Hoy en día no es costumbre que lo hagan. Por eso resultó tan incómodo y desagradable que haya sido alguien ajeno a la comunidad.

El volumen alto, que no es apreciado en conciertos o locales dispuestos para esto, resulta incómodo para casi todo el mundo. Lo de anoche fue en la calle, pero cuando se hace en casas o apartamentos es igual de incómodo cuando el volumen invade los espacios de aquellos que no desean ser alcanzados por lo que suena. Por eso, quien proyecta un volumen evidentemente irrespetuoso con quien sabe que no lo va a disfrutar, es por lo menos, despreciable.

Busqué el significado para usar la palabra más apropiada:

Despreciable = Que no es digno de aprecio o estimación...

Estas acciones hacen que la persona no sea digna de aprecio. Sea con volumen alto, hablar a gritos, insultos y groserías; invadir espacios que no le pertenecen sin importar quién es el dueño; apropiarse de cosas ajenas; abusar de los más débiles. Si se actúa así, no se es digno de aprecio o estima... se es despreciable.

Anoche, ya acostado y asumiendo con impotencia la situación, comencé a hacer daimoku no sólo para procesar todo con calma, sino también enviando daimoku a la vida de todos los involucrados en "el evento" que se desarrollaba en la calle. Porque además también hice un ejercicio de detallar qué tipo de personalidad tiene una persona que se comporta de manera despreciable:

  • No le importa el bienestar de quien no acompañe su acción.
  • Disfruta aunque cause sufrimiento a otros. Incluso puede disfrutar causando el sufrimiento.
  • Cuando actúa a estas horas, es porque no tiene ninguna necesidad de levantarse temprano al día siguiente, que es "día laborable". 
  • O no trabaja, o no es imprescindible, o ya trabajó "lo suficiente".
  • Puede que acompañe o amplifique su acción con sustancias y bebidas.
  • Su búsqueda de placer puede que tape un sufrimiento o carencia.
No se trata de un cumpleaños o celebración única y particular, que igualmente puede ser llevada a cabo de manera no digna de aprecio. Sino de acciones que responden a una necesidad instintiva y animal de llamar la atención junto a otros que convaliden su acción. 

Quien actúa dentro de este marco genérico, no sólo actúa produciendo una mala causa significativa, acumulando mal karma, sino que garantiza sufrir las consecuencias. Por esto, quien se convierte en alguien despreciable, necesita de otros que enviemos daimoku para que deje de serlo.

Mi daimoku de anoche fue pensando en la felicidad de todos los involucrados, los vecinos a quienes imaginé muy molestos, a mis padres que los supe desvelados, pero también a los que actuaban de manera incorrecta, porque también necesitan elevar su condición de vida para actuar como personas dignas de respeto y amor compasivo.

Un sacerdote del Budismo Nichiren del siglo XVII decía que quien realizaba malas causas y no recibía el efecto negativo "de forma inmediata", lo que estaba haciendo era acumular todo estos efectos negativos que se manifestarían de manera irremediable pero con una intensidad mayor, porque es como una represa que se rompe y suelta todos los efectos negativos. Por eso él decía que uno debe orar daimoku por la felicidad de esas personas, para que logren experimentar su mal karma de manera progresiva y no acumulada.

Seguiré enviando daimoku por todos los que actúan de manera despreciable, seguiré orando para que estos eventos sigan siendo "excepcionales" y por la felicidad de todos a mi alrededor, compartiendo la filosofía del Budismo Nichiren y su propuesta transformadora de la vida a cada vez más vecinos.

2 comentarios:

  1. Esto fuè realmente de muy mal gusto-
    Tambièn fuì victima del abuso y del mal gusto de estos invasores y abusadores callejeros.
    A veces pienso que no le dan valor a sus vidas, ò no tienen interes alguno por ella. Les dà igual prender un relajo un dìa lunes martes ò viernes...no tienen nada que perder y no les importa el mal que generan con su escàndalo.
    En mi caso esto me causò un fuerte doloŕ de cabeza...me levàntè a invocar Daimoku por creàr àŕmonìa y respeto en el lugar donde vivimos.
    Gracias por comentarlo.

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  2. Ni hay duda,que lo aquí expresado lo vivimos muchísimas,y yo también ko vivi viviendo en otro oaus, y es producto de la,inhumanidad e irrespective que subsiste en una sociedad en donde los valores humanos son despreciados por algunos. Pero eso también nos ayuda,a reflexionar y esforzarnos por no desanimados en ser mejores humanos que luchamos porque prevalezca la verdad y la justicia y eso lo que significa es dar a conocer los fundamentos del budismo que sostiene la importancia del respeto our l dignidad humana, la nuestra y la de los demás.

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