ÓRBITA:
1. Trayectoria curva que describe un cuerpo en su movimiento alrededor de un centro.
2. Ámbito en que se percibe la influencia de algo o de alguien.
En la vida podemos experimentar las dos cosas, porque constantemente tenemos algo o alguien que pasa a ser el centro de nuestra vida; o pasamos a ser esa persona que se convierte en el centro de otra. Ambos casos pueden ser fuente de una sensación de bienestar temporal que terminará por producir mucha incomodidad y sufrimiento, porque, en ambos casos, el respeto a la vida propia y de los demás es opacado por la dependencia o codependencia, que en ningún caso es sinónimo de verdadero amor o felicidad.
Los hijos, los padres, la familia, la pareja, los amigos, el trabajo, el pasatiempo… son muchas las opciones que tenemos para centrar nuestra vida en ello, por sentir que de ahí surge lo que nos hace realmente felices.
Crecer y madurar implica reconocer qué merece recibir nuestra atención, vamos corrigiendo invertir tiempo y energía en aquellas cosas que no nos brindan los beneficios a corto, mediano y largo plazo, aprovechamos mejor el tiempo y le damos la importancia que merece cada aspecto y escenario de nuestra vida. Significa esto que nos tenemos que divertir menos? En realidad no, más bien disfrutamos de manera más profunda de todo y todos a nuestro alrededor, porque establecemos prioridades con nuevos parámetros, no basados en dependencias, codependencias o placeres momentáneos.
Orbitar alrededor del juego de azar, la calle, la fiesta, el placer, lo que puede ocasionar es que desarrollemos una adicción. En ese caso, el sufrimiento estará garantizado.
El objetivo debe ser consolidad una filosofía de vida en nuestro centro que nos permita discernir con firmeza y constancia cuáles son los valores a desarrollar en nuestra cotidianidad.
Cuando nos conectamos a una filosofía religiosa como el Budismo Nichiren, logramos aprender nuevas formas de expresar nuestro interés y disfrutar de lo que nos satisface y enfocamos nuestra energía de forma más efectiva para lograr impactar positivamente a quien nos rodea, nuestros seres queridos reciben la atención que merecen sin despojarnos del control de nuestro tiempo y acciones.
De hecho, lo que Nichiren mostró con su vida es que, al poner a Nam Miojo Rengue Kio como centro de nuestra vida, todos los aspectos de nuestra existencia pasan a orbitar a la distancia justa y precisa para no causar el desbalance que ocasiona sufrimiento y desastre.
La Tierra tiene como satélite a la Luna. A veces somos como la Luna, y orbitamos ante una sola gran cosa que hace nuestra existencia totalmente dependiente de "eso". Nuestra vida se vuelve "monotemática" y perdemos de vista cosas tan o más importantes que ese centro al cual orbitamos.
Cuando nuestra práctica del Nam Miojo Rengue Kio es continua nos volvemos como Júpiter, que a la fecha tiene 92 lunas confirmadas. Desarrollamos nuestra máxima capacidad para alcanzar un equilibrio tal, que aprendemos a ocuparnos de cada aspecto de nuestra vida en justa medida. Poseemos una fuente inagotable de energía vital, sabiduría, amor compasivo, fortaleza… lo que llamamos Budeidad.
Si la Budeidad se establece como centro de nuestra vida, disfrutamos todas las facetas que vivimos en el día a día. Además esa Budeidad es la que logra la atracción de buena fortuna y el cambio de karma negativo, que no sucede cuando el centro de nuestra vida es cualquier otra cosa.
La Budeidad hace que en nuestra cotidianidad haya espacio para propagar la Ley Mística, para participar de actividades de la SGIV, para actuar por el kosen-rufu.
Al final, con el daimoku presente diariamente pasamos a ser como el Sol y logramos mantener en equilibrio perfecto a todos los seres humanos a nuestro alrededor, familiares y amigos, trabajo, juegos y placeres, siempre en continuo movimiento. El kosen-rufu pasa a ser una aspecto importante de nuestro día a día y podemos atender todo compromiso social y laboral sin desatender nuestra práctica del daimoku y demás actividades de la SGIV. Todo en perfecto equilibrio.
El Nam Miojo Rengue Kio debe ser nuestro centro, la fuente de eterna sabiduría y energía vital. Y eso no es otra cosa que vivir lo que está graficado en el Gojonzon, que tiene escrito en el centro, en letras más grandes y gruesas "Nam Miojo Rengue Kio - Nichiren". Todo lo que aparece en el Gojonzon, que representa el resto de los aspectos que vive todo ser vivo, está orbitando en torno a la Ley Mística, cada nombre y frase que aparece está colocado para mostrar cómo está en perfecto equilibrio a la unión de "persona y Ley".
A través del ejemplo de Daisaku Ikeda y de todo lo que conocemos de los dos primeros presidente de la Soka Gakkai por él, tenemos una muestra de primera mano de lo que significa poner la vida en órbita de la Ley Mística. Cada uno de nosotros, sin perder nuestra propia identidad y autenticidad, podemos vivir de la misma manera y disfrutar de todo mientras generamos el valor que merece nuestra vida y la de todos a nuestro alrededor.
#NMRK
L.A.