viernes, 20 de noviembre de 2020

Izquierda o derecha? Soy ambidiestro.

En estos días, una de mis primas puso un video en sus redes sobre "la izquierda y la derecha". Es uno de esos cortos videos que llevan buen mensaje resumido. Hecho en Colombia, aborda la historia de lo que hoy conocemos como tendencias políticas de "izquierda y derecha".


Hace muchos años, un chico mucho más joven que yo que estudiaba en ese entonces Filosofía (desconozco si terminó su carrera), conversaba conmigo en una costumbre que llegamos a tener cada vez que compartíamos alguna actividad. Personalmente siempre disfruté esas conversas con este chamo.

En una oportunidad abordamos el tema de las tendencias políticas. Él, formado en una familia de izquierda, me daba una perspectiva muy "amena" de lo que implica SER de izquierda. Yo, siempre disfruto de escuchar las distintas perspectivas que se pueden tener sobre la realidad, lo que vive y enfrenta el ser humano, y que sirve de base para su interacción con lo que lo rodea. En esa conversa encontré una postura más amena de lo qué significa ser de izquierda desde sus principios básicos.

En el video que posteaba mi prima, se resume la historia de cómo se originan esas "identidades" ideológicas o políticas, allá por la revolución francesa. Además de hacer interesante la historia, el desarrollo de ese corto animado va "ampliando" la interpretación que se ha venido asumiendo de esa izquierda y derecha, logrando hacer más "vivo" el uso en la actualidad de esos términos, que al final terminan encerrando de manera innecesaria a la postura que pueda tener una persona sobre el desarrollo de sus ideas, principios y valores.

Incluso creo que la resolución final del corto video, que invita a comprender de manera más amplia cómo cada uno de nosotros debería abordar temas y posturas, queda corto desde la perspectiva de una filosofía de vida, como la que practico, el Budismo Nichiren de la Soka Gakkai.

Asumiendo imposible que dejen de usarse estos términos (izquierda y derecha) que tienen algo más de par de siglos de uso, nos toca no sólo seguir conviviendo con ellos sino adaptarnos a su uso e inclusive aprender a irlos dejando en desuso de manera individual, que en algún momento se hará colectivo.

El convivir con estas tendencias que están en extremos no es sencillo para el desarrollo de nuestras relaciones interpersonales. En algunas familias puede ser incluso violenta la relación producto de posturas políticas extremas. En Venezuela ya conocemos eso, pero no es propio de nosotros, en toda sociedad donde se vivan las políticas extremas esto se verá más frecuentemente.

Los políticos usan estos extremos, son su mejor recurso para ganar seguidores y enfrentar adversarios. Poner al adversario en el otro extremo es un recurso universal para ganar adeptos a "mi extremo". La cultura de desarrollar políticas "de centro" no ha sido lo más frecuente en la historia de la humanidad. Y por supuesto que hay una razón lógica para eso.

Ser de centro no hace sencillo ganar seguidores, porque implica desarrollar una postura que 
motive a encontrar coincidencias, a valorar diferencias, a incluir ideas contrarias en un mismo plan de trabajo. Implica tener el coraje para desechar posturas contrarias al objetivo principal sin menosprecio, sino con la sabiduría de reconocer qué y quién participa de la intención primaria, y quién busca sólo ganancia propia.

Tener una postura del "Camino Medio" incluso puede ganar más adversarios que seguidores. Los extremos resultan más atrayentes por la naturaleza básica del ser humano a buscar culpables de nuestras desventuras, reales o no. Los extremos jamás aceptarán la responsabilidad total de los sucesos, siempre "el otro extremo" será el culpable de lo que no se resuelve.

La postura el Camino Medio implica reconocer los propios errores, corregirlos, aprender de ellos. Eso no es posible en extremos.

Desde pequeño jugué fútbol, tengo recuerdos grabados jugando en un lugar donde yo todavía no tenía 5 años. Crecí jugando en todo lugar y con cualquier pelota que apareciera. Fuí muy bueno (tiempo pasado). Y desde siempre, zurdo. Cuando ya estaba en la escuela mi afición a los deportes se fue ampliando, el beisbol y el basket y otros tantos también me atrajeron siempre. Para esos deportes, siempre fui derecho. Si voy a jugar Ping-Pong, estaré más cómodo con la zurda, pero podría jugar con la derecha. Escribo con la zurda, se me hace muy difícil hacerlo con la derecha... Y así, podría seguir describiendo cosas en las que siento más naturalidad y comodidad actuando con mi lado zurdo o con mi lado diestro.

Ya de adulto fui conociendo los prejuicios que se han tenido en algunas etapas de la historia de la humanidad contra los zurdos, mínimo "porque no es normal", pero hasta identidad "diabólica" hemos tenido. Mi madre me cuenta que mi abuela me obligaba a usar la derecha para escribir y ella tuvo que ponerse firme para que permitiera mi zurdeza.

En definitiva, por usar ambos lados de manera natural o impulsado a hacerlo, me acostumbré a ver las cosas siempre usando la totalidad de mi cerebro, no sólo un lado más que el otro. A todo lo anterior le sumo que crecí en un hogar donde la filosofía budista, la práctica religiosa del Budismo Nichiren en la Soka Gakkai me ha inspirado literalmente toda mi vida, a actuar siempre buscando "el camino medio".

Creo en el libre mercado, pero me preocupa la mala distribución y uso de las riquezas naturales. Creo en la libertad religiosa, pero no estaré de acuerdo en las posturas religiosas extremas o no humanistas que limitan la libertad del ser humano y atentan contra la vida en sí misma. Creo en la diversidad de género, sexual o cualquier tipo, pero no avalo el irrespeto o la "supremacía de las minorías" que exigen aprobación de la mayoría de forma obligatoria. Creo en el potencial y el esfuerzo propio, pero si puedo apoyar a alguien en extrema necesidad, lo haré. Creo en la democracia, pero detesto la demagogia y el populismo.

Y así, seguiré creyendo en lo que decido creer, seguiré reconociendo lo equivocado que estaba al creer en unas cosas y conocer nuevas tendencias de pensamiento, nuevos planteamientos, nuevas ideas. Y me seguiré negando a ponerme en la derecha o la izquierda, por estar absolutamente convencido que es inviable la evolución de las sociedades mientras se viva en extremos.

No expongo que los extremos sean malos per se, creo que no se pueden aceptar acciones que atenten contra la vida, la libertad de pensamiento, la libertad religiosa, el derecho a la vida. Creo que en ese extremo debemos identificarnos, sin embargo la humanidad seguirá viviendo la manifestación de culturas, sociedades que siguen siendo contrarias a este extremo y se sitúan al otro lado. Ahí no vale izquierda o derecha, ahí se aplica el humanismo o el no humanismo.

Vivir basados en el Camino Medio no implica descartar extremos, más bien inspira a encontrar valor en cada extremo, qué puede usarse para enriquecer la experiencia de vivir, enriquecer el desarrollo de sociedades y comunidades, qué sirve para enriquecer la calidad de vida de cada individuo. Siendo un individuo que me identifico con una filosofía de vida muy enraizada en mi acción y mi postura ante la vida en todos sus aspectos, hago el esfuerzo conciente por reconocer el valor en cada extremo, en rechazar lo que no crea valor, tratando de desarrollar la sabiduría que me permita reconocer errores, corregirlos y volver a actuar creando valor.

Es una tarea de cada instante, no es una condición a la que "se llega" y ya no cambia. La vida cambia, y genera el cambio en todo el entorno, y mientras hacemos el esfuerzo por actuar basados en el Camino Medio ese cambio en la vida y el entorno va siendo armonioso, dinámico, humano.

Tengo amigos y familiares, que políticamente pueden identificarse abiertamente en la izquierda, y defenderán sus planteamientos a capa y espada. Identificados con la derecha quizás tenga más seres queridos, pero en ningún caso rechazo a ninguno por ser quien son, puedo rechazar sus ideas, sus planteamientos sobre lo que "debe hacerse", pero son MIS SERES QUERIDOS. Y esa es mi decisión.

En todos los aspectos de mi vida seguiré intentando aplicar la filosofía del Camino Medio, mi filosofía religiosa me sigue inspirando a eso. Mi práctica religiosa diaria fortalece esa decisión, así que seguiré inspirando a quien me rodea a aplicar la misma filosofía religiosa, o una distinta pero que comparta una postura similar. Creo que al final esa debería ser la labor común de todos.

A mi familia, mis amigos, todos, mi más profundo deseo de su felicidad y éxito.

2 comentarios:

  1. Muy bueno. Yo también me considero centro. Camino medio. Otra cosa, me entero que eres ambidiestro. Juraba que eras zurdo. Reyes también es ambidiestro..

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  2. Solo una reflexión de esta naturaleza nos inspira a buscar en las profundidades de nuestro ser los principios de equidad y justicia que expone la Soka Gakkai a la jamás me alejará de buscar nuevas razones para compartir con quienes se ponen en los extremos. Creo que la naturaleza humana nos debe permitir avanzar por nuevos caminos de aprecio por la diversidad, sin dejar de ser nosotros mismos

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