¿Cómo abordar el tema de la pandemia sin causar pánico? ¿Cómo enfocar la vida cuando la cotidianidad cambió tan radicalmente en un instante? ¿Hay que pensar en el futuro, cuando la incertidumbre no nos permite saber qué va a pasar mañana? Caben muchas más preguntas y la premisa puede seguir siendo la misma: cada uno tendrá que encontrar la respuesta a cómo ir sobrellevando esta realidad tan pero tan complicada.
Mientras todo parece indicar que lo que acostumbramos antes dejará de ser costumbre, al menos por varios meses hacia adelante, es imposible saber no sólo el momento, sino qué pasará cuando el aislamiento social ya no sea necesario. Salir de casa (#QuedateEnCasa - #YoMeQuedoEnCasa), ir a trabajar, clientes, empleadores, ingresos, deudas... son cosas que hoy son imposibles de estimar la cuota de atención que nos devengarán en ese futuro impreciso.
Todo lo que pensamos hoy, del corto y mediano plazo, todo está impregnado de nuestra filosofía de vida, de nuestros valores, lo que está grabado en nuestro espíritu y corazón. Abordar la situación con pánico y miedo, es más que normal y humano, pero también lo es la esperanza y confianza en nuestra capacidad de atraer la protección y la buena fortuna. También es humano sentir indiferencia, la insensatez, la irresponsabilidad, el salvajismo y la animalidad; también son expresiones humanas. Como igualmente lo son la responsabilidad individual y cívica, la empatía, la resiliencia y el respeto a la dignidad de la vida. Sea de una u otra fuente, nuestro pensamiento, palabra y acción surgirá con un impacto distinto, no sólo hacia los demás, sino hacia nuestro propio destino inmediato y posterior.
Practico la filosofía religiosa del Budismo Nichiren de la Soka Gakkai y todo lo que pienso y proceso procuro que surga de lo que esta filosofía religiosa expone sobre la vida, y espero que quienes lo practican compartan una postura similar, y los que no, encuentren una fuente adicional a su propia postura filosófica de vida.
Es tan complejo vivir sin poder salir de casa cuando uno lo desee, tener los recursos suficientes para abastecerse uno mismo y a los suyos, tener seguridad de atención médica apropiada y oportuna. No es nada alentador el panorama, y dependiendo del lugar en el mundo donde se viva, el panorama puede ser aún más desalentador. ¿De dónde obtener una postura esperanzadora, llena de convicción y certeza de lograr superar toda dificultad? De nuestra filosofía, de nuestra religión. Quienes no profesan una religión, igual basan sus acciones en patrones de pensamiento, en convicciones desarrolladas en el tiempo, Así que quien posea una filosofía de vida que le brinde estos valores para sobreponerse ante cualquier dificultad, ¡bien por usted!
El día a día que enfrentamos hoy no sólo nos llena de incertidumbre, sino que consume nuestra energía vital pensando qué sucederá, qué pasará, cómo lograré sobrevivir a lo complejo de la situación. Y la mente se envuelve en un proceso de deterioro vital que incluso impacta en el resto del cuerpo. Por eso, estar sanos implica cuerpo y mente, y para esto último se requiere de fortaleza y mucha sabiduría que surge de esta fe (religión) o convicción por una filosofía de vida proactiva.
Vivir el hoy requiere de recursos, pero más que económicos o de insumos, recursos humanos que nos permitan procesar con firmeza y convicción esta situación de tiempo indeterminado. Necesitamos confiar, en nadie más que en nosotros mismos, de que somos capaces de vencer toda dificultad, sí, pero también que contamos con la capacitad para atraer la protección y buena fortuna que necesitamos junto a los nuestros, que tenemos el potencial para conectarnos con las mejores personas alrededor, las circunstancias adecuadas para estar protegidos, los recursos que necesitamos para vivir y atender a los nuestros, incluso alcanzar a brindar apoyo a quien nos rodea.
Esto, más que "pensarlo", implica actuar con esa convicción, desde la perspectiva religiosa implica realizar el daimoku que expone el Budismo Nichiren como la causa fundamental para transformar nuestra situación. Actuar, en el Budismo Nichiren, comienza por el daimoku con convicción en manifestar nuestro máximo potencial, que implica sabiduría, esperanza, fortaleza, energía vital, etc.
Dentro de estas capacidades máximas que extraemos con el daimoku, la sabiduría nos permite comprender con mayor profundidad los sucesos que suceden a nuestro alrededor, prestando atención a todo lo que se debe corregir, individual y colectivamente. Cuando nuestra vida se expresa con más sabiduría, entendemos que las medidas para frenar la pandemia son lógicas, pertinentes, adecuadas, necesarias y precisas según se aplican en distintos lugares. Y sabiduría es lo contrario a estupidez o ignorancia.
En un documental, Bill Gates cuenta cómo costó realizar sus campañas de vacunación en África porque líderes comunales, algunos con rol religioso de peso, promovían que esas campañas eran mecanismos de control del gobierno, y por esto las epidemias no lograban frenarse. Sólo cuando estos líderes caían enfermos aceptaban vacunarse. Él mismo tuvo que ir hasta estas localidades y conversar con estos líderes comunales/religiosos y convencerlos de lo conveniente de vacunar a todos.
Todavía hay tribus africanas donde se mutilan niñas, pueblos en medio oriente donde la gente trabaja en condiciones de esclavitud, matrimonios arreglados con niñas y niños en diferentes culturas, y lo que hoy nos golpea: comunidades en China donde comer animales salvajes y exóticos es "tradición". En otro documental un doctor especialista Indio decía que mientras estos mercados de animales salvajes/exóticos PARA COMER persistan, estas enfermedades seguirán apareciendo, porque estos virus EXISTEN en esos animales y pasan a los humanos en estos mercados... costumbre y "tradiciones".
Todo lo anterior sucede como manifestación contraria a sabiduría y después de 10 mil años de civilización (primeros pueblos y ciudades). ¿Por qué? El budismo expone que así como existe la Budeidad, existe la oscuridad fundamental. El bien y el mal se acompañan eternamente en una batalla que no dejará de existir, buscando que la motivación del ser humano sea vencer esta oscuridad con más frecuencia y contundencia cada vez.
El tráfico de drogas, de armas, de seres humanos, de órganos, las guerras y genocidios, seguirán existiendo mientras haya seres humanos que lleven a cabo estas actividades. Aunque podemos exponer con propiedad que estas son individuos en Animalidad, no son animales, son personas. Y todo esto funciona como causas que hacemos como género, que gravan en el destino de la humanidad todo lo contrario al bienestar como género.
Esas acciones que el género humano realiza atentando contra la dignidad del ser humano, son combatidas con las acciones basadas en la solidaridad, el respeto, el pensar en la felicidad tanto de nosotros como de los nuestros, de todos. Acciones como las que realizamos los miembros y amigos de la Soka Gakkai y de todas esas organizaciones que piensan en que la vida es lo más valioso, no las instituciones, gobiernos o bienes, LA VIDA. Educar con una filosofía de no violencia, de respeto a la igualdad de género, en darle valor a las capacidades y no a las propiedades, esas son las acciones que combaten la oscuridad fundamental del ser humano. Pensar que los políticos, artistas, empresarios, no son más o mejores, sino individuos con funciones específicas, nos permite asignar valor a las verdaderas cualidades humanas.
Prestar atención a estos detalles nos permite reconocer que esas epidemias, hoy pandemia, responde a consecuencias que como género venimos creando. El virus es chino, vino de China, de su cultura y costumbre, pero salió de ahí al resto del planeta. Podemos darle cabida a cualquier teoría, una más conspirativa que otra, pero el resumen es que toda la humanidad está afectada, aunque haya sectores de más riesgo, todos estamos propensos a ser infectados y a infectar a otros.
Reconocer la necesidad y pertinencia de transformar las causas que originan esto es sabiduría, lo contrario es estupidez e ignorancia. Hay que prestar atención a cómo comprendemos este proceso.
Prestemos atención a nuestras prioridades. Debemos alimentarnos y estar sanos, atender la situación de nuestros seres queridos, de nuestros amigos y compañeros. Para algunos esto será más complejo que para otros, pero la garantía del Budismo Nichiren es que entonando Nam Miojo Rengue Kio construimos y atraemos las circunstancias que nos permiten alcanzar estos objetivos y todos los que nos propongamos.
Prestemos atención a nuestras convicciones, qué queremos que ocurra, cuál es nuestro deseo de "solución". Lo que queremos y pensamos puede surgir desde la sabiduría de la Budeidad o desde la oscuridad fundamental. A mis amigos y compañeros de la SGIV, prestemos atención a cuánto valor le estamos asignando al daimoku como acción primaria, a nuestros pensamientos, palabras y acciones, si provienen de nuestro esfuerzo por manifestar la Budeidad o de cualquiera de los Seis Caminos.
Escrito con mucho cariño pensando en la familia, en amigos y compañeros en Venezuela y el resto del mundo.
Luis Alberto.
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