domingo, 29 de marzo de 2015

Sobre forjar(se)

Qué es forjar? Qué es forjarse? Qué se forja? Quién forja? Por qué forjar o forjarse?

La palabra forjar implica moldear por la fuerza, en el caso de los metales a través de primero exponerlos al calor intenso, para, sólo después, ser forjado. Es válido preguntarse por qué usar la palabra forja y no capacitarse, entrenarse, prepararse, etc. Creo que buscando las distintas palabras que pudiesen ser sinónimas, la palabra forja es la que más se acerca al proceso que se desarrolla con la Revolución Humana, que implica remover cada aspecto negativo de nuestra vida a través de esa confrontación imprescindible de nuestras propias convicciones y conceptos de vida.

En la historia del Budismo la forja del espíritu humano aparece desde Sakyamuni, quien se forjó a sí mismo para lograr esa profunda conciencia de su humanidad y alcanzar la Budeidad. Nichiren se forjó como gran sabio al estudiar cada escrito budista que existía que lo hizo conocer y reconocer la esencia de la enseñanza expuesta por Sakyamuni y sentenciar, sin ninguna duda, que para nuestra época sólo la fe en Nam Mojo Rengue Kio es lo que hace posible la manifestación de nuestra Budeidad, porque forjamos nuestra vida con su entonación. El Gojonzon representaría la máxima expresión de esa batalla inclemente de Nichiren donde resultó absolutamente victoriosa su identidad como el Buda original.

En la Soka Gakkai la forja es igualmente parte integral de su historia. Makiguchi, Toda e Ikeda Sensei no hicieron otra cosa que forjarse como los líderes universales que hoy conocemos. Pero dentro de toda esa historia, qué es lo que forjaron? Quién forjó a quién? Qué forjaron? 

Creo que todo el proceso de nuestra práctica del Budismo Nichiren implica profundizar en este sentido… Forjarse… Forjar… No tengo dudas que cuando se comienza la práctica del Budismo Nichiren el proceso de forja comienza, cuando conocemos su filosofía, cuando aprendemos su teoría, cuando aplicamos cada uno de esos aspectos, cuando escuchamos las experiencias y victorias de otros, cuando actuamos al lado de otros practicantes. Mientras cada uno de estos aspectos nos proporciona un aprendizaje que luego es aplicado, creo que es el momento en que la forja ocurre. Cuando por distintas razones, todas con raíz en la oscuridad fundamental, cada aspecto anterior no logramos que nos produzca un mínimo aprendizaje, creo que es el momento en que la forja se detiene, deja de existir.

A veces "alguien" nos está forjando y nosotros no lo vemos así, no  entendemos ni deseamos esa forja, por lo que sencillamente no ocurre y nuestra vida sigue su ritmo "normal", sin esa forja necesaria para nuestra vida. Y acá planteo esa nueva interrogante, es necesaria la forja? Me refiero, es necesario que "otra persona" me forje? Acaso no puede uno forjarse a sí mismo?

Son ya muchas interrogantes y jamás aspiraría a contestarlas todas, más bien es un ejercicio para recordar el ejemplo de Ikeda Sensei, sus orientaciones y en el mejor de los casos motivar una reflexión similar a que estoy desarrollando en este instante.

Este ejercicio tiene una motivación totalmente vinculada a lo que siento como el desarrollo del kosen-rufu de Venezuela, el desarrollo de la SGI de Venezuela, un movimiento que se vive de manera a veces muy distinta de un individuo a otro y que sin duda esa diferencia impacta en la vida de cada individuo al igual que en el movimiento en general. Vamos a cumplir 42 años como SGIV y creo que sigue siendo pertinente la continua evaluación de cómo la organización que promueve el kosen-rufu de Venezuela lleva adelante la forja de sus líderes, miembros y nuevos practicantes.

Creo que la Soka Gakkai, al tener como misión el kosen-rufu, persigue forjar nuestra identidad como Bodisatvas de la Tierra y todo lo que ella realiza busca impulsar que cada persona que se vincule a sus actividades profundice en este concepto, que uno "ES" un Bodisatva de la Tierra, no sólo bodisatva, sino Bodisatva de la Tierra, concepto mucho más profundo que busca desarrollar FE en lo expuesto por el Budismo, que uno "estuvo presente" en esa ceremonia donde aparecen los Bodisatvas de la Tierra, que uno "eligió" renacer en esta época para cumplir con la misión como tal. Obviamente la práctica continua produce que lo anterior deje de ser un concepto teórico, abstracto, doctrinal, y más bien pase a ser algo vívido y tangible en la cotidianidad.

Si el concepto principal de "ser" un Bodisatva de la Tierra implica reconocer que nuestra misión gira en torno a participar activamente en el despertar del máximo potencial de Budeidad "del otro", que la mayor causa para pulir nuestra vida y transformar nuestro karma es hacer shakubuku, si aceptamos que incluye elevar la condición de vida y trascender el egoísmo de preocuparme sólo y únicamente por mi bienestar… Entonces, ESA es la forja dentro de la Soka Gakkai!

Forja pasa a ser el proceso que experimento cuando reconozco que tengo una misión de vida que trasciende lograr mis metas y conseguir mis beneficios. Forja es comprender que el concepto que tengo de "ser feliz" va mucho más allá de sentir que tengo todo lo que quiero tener, que logro todo lo que me propongo lograr. Cuando mi vida comienza a experimentar un cambio de perspectiva sobre los valores y juicios anteriores, la forja está sucediendo en mí. Y sí, eso es Revolución Humana.

Forjarse implica reconocer mi oscuridad fundamental, cuándo actúa y vencerla. Ese proceso sólo puede hacerlo uno mismo. Por más que otro nos indique cuándo actúa nuestra oscuridad fundamental, si no la reconocemos por nosotros mismos no podemos vencerla. Leer al Daishonin y a Sensei nos brinda la posibilidad de comprender las maneras en que se manifiesta nuestra oscuridad fundamental, pero sólo nosotros podemos reconocer el momento exacto cuando ella aparece, las maneras en que funciona en nosotros, en nuestras palabras y acciones, en nuestras actitudes. Contamos con la grandiosa e invaluable fortuna de leer al Daishonin y a Ikeda Sensei explicarlos lo más detalladamente posible cómo trabaja la oscuridad fundamental, así que nos toca poner en práctica su orientación para vencerla.

Entonces, esa es la forja que hace uno por sí mismo: reconocer como trabaja la oscuridad fundamental y vencerla, entendiendo que se refiere a todo lo que niega mi Budeidad, que actúe como Buda, como Bodisatva de la Tierra, incluye por supuesto obviar ese mismo potencial en los demás. Esa es la tarea que nos toca individualmente. Sería interminable detallar cómo se manifiesta, pero al menos destaco: descartar el diálogo e ignorar al que me opone o piensa distinto, agredir a otro, al ser agredido responder con misma intensidad de violencia, promover la desarmonía, irrespetar a otros, deprimirse, luchar por cumplir deseos sin importar si causo sufrimiento, perseguir metas que sólo constituyen felicidad relativa y no la absoluta… hasta el infinito y más allá… Y eso es forja porque sin lugar a dudas implica una confrontación contundente y frontal con nuestras posturas basadas en una condición de vida baja!

Quién me forja? Cuando leo el Gosho o a Sensei, ellos directamente. Ojo, sólo cuando al leerlos me propongo aplicar en mi vida su orientación! Cuando los leo con el corazón abierto más que intelectualmente. Cuando mi lectura está llena de fe en la enseñanza del Daishonin. Incluso cuando no entiendo o dudo de lo que leo, si mi práctica es continua y firme, el resultado es ser forjado por el mentor de manera inevitable.

También soy forjado por ese zenshichiki, ese amigo en la fe, compañero de lucha en el kosen-rufu, que con su ejemplo, con sus palabras, con su sola presencia o actitud, me hace reconocer la validez de la enseñanza del mentor, me hace palpar el resultado de poner en práctica la orientación del mentor. Esa persona también me forja. Cuando contamos con la extraordinaria en invaluable buena fortuna de contar con un amigo así, ser forjado representa motivo de agradecimiento profundo. Sensei dice que encontrar un amigo es algo inimaginablemente valioso. Más raro aún es contar con un amigo en la fe con suficiente amor compasivo hacia nosotros que nos indique de manera directa, precisa y oportuna ese aspecto que debo mejorar en mi práctica, en mi fe, en mis acciones. Eso es más raro aún, por lo tanto, invaluable.

Yo puedo forjar a alguien? Pues claro, cuando soy ese amigo descrito en lo anterior. A veces será con mis palabras, a veces con mi postura y actitud frente a una situación, contando una experiencia o tan sólo sentándome al lado de alguien. Lo importante y esencial es que sólo puedo forjar a otro cuando la forja está ocurriendo en mí! Es decir, cuando yo desarrollo una batalla con mi propia oscuridad fundamental y trasciendo el egoísmo, lo que me hace capaz de pensar en la felicidad de los demás, ahí me convierto en alguien que puede forjar a otro! Desde esa perspectiva, cuando me propongo y dispongo a cumplir mi misión como Bodisatva de la Tierra y discípulo del mentor, en ese instante puedo y de hecho, forjo el mismo espíritu en el otro.

Sigo…

Orbitar la Ley Mística

ÓRBITA: 1. Trayectoria curva que describe un cuerpo en su movimiento alrededor de un centro. 2. Ámbito en que se percibe la influencia de al...